Sheput: “Debemos trabajar bajo el lema de la patria, firme y feliz por la unión”

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Presidente de la Comisión Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario

El legislador sostiene que el Perú debe recibir el tercer siglo de vida independiente teniendo como guía el gran lema de los padres fundadores, y afirma que es momento de voltear la página y avanzar como hermanos con diversas formas de pensar.

Congresista, usted encabeza la Comisión Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia, en ese sentido, ¿qué significado tiene para usted el 28 de julio de 1821?

–Es un momento estelar en la historia del país entendido como nación, pues no solo porque nos consolidamos con el grito de independencia, sino también porque se inicia un ciclo que nos lleva a crear la República peruana en 1822, y al final, es una suerte de correlato de acontecimientos que se remontan a fines del siglo XVIII con los movimientos precursores encabezados por Túpac Amaru.

Es un ciclo estelar en el que una serie de eventos llevaron a que don José de San Martín, al darse cuenta de que el Perú era el último bastión del imperio español, empezara la lucha por la independencia del Perú y, por extensión, de toda América Latina. Entonces, el Perú juega un rol protagónico y fundamental para la consolidación de la independencia en esta parte del continente.

–En ese sentido, ¿cómo cree que la ciudadanía debe entender el bicentenario?

–En primer lugar, tenemos que entender que nuestro proceso de consolidación como nación está pendiente, por una sencilla razón: ignoramos los grandes acontecimientos del país, somos indiferentes ante nuestros eventos culturales.

El Perú era el virreinato más importante, inclusive más que México; por eso era una suerte de joya de la corona que los españoles no querían perder; a tal punto que años después pretendieron retomar posiciones con el Combate del 2 de Mayo. Durante cerca de 200 años hemos visto que ese proceso de generar un concepto de nación se ha postergado, porque no somos conscientes de nuestra riqueza cultural, de nuestro pasado y, muchas veces, por desconocimiento.

–En 2009, el Latinobarómetro realizó una encuesta que indicaba que solo el 54% de los peruanos identificaba a España como la nación de la cual el Perú se independizó. ¿Por qué cree que ocurrió eso?

–Porque desconocemos nuestra historia, la cual es vista como algo prescindible, y creo que también tiene que ver con los procesos educativos. He tenido el orgullo de ser educado no solo en la escuela y en mi casa, sino también con las manifestaciones periodísticas que terminaban en grandes álbumes.

En los colegios se llevaba Historia del Perú desde el primer grado hasta la secundaria; entonces había un proceso de interiorización del pasado de nuestro país. Por otro lado, las efemérides se celebraban. En los colegios se conmemoraban la jura de la bandera, la batalla de Arica o el Combate del 2 de Mayo; pero hoy no se enseña en profundidad la historia del Perú, esta mezclada con la historia universal, hay pobreza en la difusión cultural en materia histórica.

–Sin duda, el bicentenario debe permitirnos repensar este tema…

–Los países desarrollados tienen muy claro el concepto de identidad nacional. Los grandes gurús de la globalización saben perfectamente que no se puede ser global sin ser primero local; entonces, si nosotros pretendemos trascender, pertenecer a los grandes bloques internacionales o a la OCDE, tenemos que pensar que lo fundamental es entender lo nuestro, comprender nuestra complejidad y amar todo aquello que nos lleve a construir una nación: nuestra cultura, folclor, historia, formas de pensar y de comer.

Entonces, estas cosas construyen el orgullo, el orgullo genera identidad, la identidad nos permite diferenciarnos de lo global y podemos de esa manera enfrentar mejor este tipo de desafíos.

–Hoy, la gastronomía es un aspecto que nos integra…

–Claro, es un factor de integración cultural, del cual la gente se siente orgulloso. En la década del 70 eran el fútbol y el deporte en general. No olvidemos que en los años 70 el Perú no solo se clasificaba a los mundiales de fútbol, sino que también sacaba medallas en los Panamericanos, en atletismo, en natación. El deporte fue el gran factor integrador, y luego se perdió todo porque no se le dio sostenibilidad y se le desvinculó de la educación. En estos días, la gastronomía ha vuelto a ser un gran factor de integración; esperemos que signifique una verdadera dinámica para que a partir de esa particularidad podamos exponernos ante el mundo.

–La desvinculación con el deporte se dio al minimizarse la educación física.

–Se olvidó del gran movimiento educativo de finales de los 50 que nos llevó a tener las grandes unidades escolares, que eran un concepto totalmente moderno que lamentablemente no se conservó. El hecho de que el colegio o las grandes unidades escolares tuvieran piscinas, canchas de fútbol, gimnasios y laboratorios justificaban el dicho: “Mente sana en cuerpo sano”. Esa infraestructura educativa se abandonó y eso nos llevó al actual estado de postración del deporte, que es un gran factor de integración.

–¿Cómo vincular el deporte con los retos del bicentenario?

–El deporte no solo aleja a los jóvenes de la droga y la delincuencia, sino también es un gran motivador de autoestima, y si esto lo llevamos al bicentenario, pues simplemente podríamos recuperar un estatus que ya hemos tenido y mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad. Nos convertiría en un país mejor con miras al inicio de nuestro tercer siglo de vida republicana, que es como se tiene que mirar el bicentenario, y no un mirar hacia atrás. Hay que observar el bicentenario como la puerta de entrada a la tercera centuria y no como una manera de lamentarnos de lo que nos pasó en estos primeros 200 años. Entonces, para entrar de manera triunfal en el tercer centenario de vida republicana tenemos que hacer los cambios necesarios, y esa es la misión fundamental del Parlamento. El Congreso tiene la obligación de convertirse en el gran inspirador de la sociedad peruana para que asuma el bicentenario con la lógica que se merece; una lógica de patriotismo, de integración, de capacidad de voltear la página y de empezar un tercer centenario de mejor forma.

–¿Qué prioridades deben plantearse respecto al bicentenario?

–Definitivamente, debemos entender que es una fiesta de conmemoración de todos los peruanos sin la cual no hubiera existido la partida de nacimiento para la República. Es rescatar los valores republicanos y trabajar bajo el primer lema de la patria: “Firme y feliz por la unión”.

Esa unidad que plantearon nuestros próceres y que se consolidó durante la primera etapa de la República debe llenarnos de orgullo, porque el Perú, 200 años después, es radicalmente distinto. Nuestra intención a partir del bicentenario es que la ciudadanía entienda que el Perú es un país viable, que tiene futuro, que es protagónico en América Latina, que pretende ser protagónico en el mundo y que tenemos grandes desafíos por delante, como la institucionalidad, el cambio climático, pero la gran amalgama de todo ese pueblo y sus desafíos nos permitirán enfrentarlos en nuestro sentido de nación, que, como bien lo decía Basadre, está pendiente de crearse; que nos sintamos orgullosos del Perú, no solamente de su gastronomía o, como antes, del deporte, sino también de nuestra historia.

Entonces, queremos transmitirle a la población, por medio de los distintos eventos que realizaremos, el orgullo de lo que significa ser peruano para encarar el bicentenario de mejor forma.

–¿Y existe algún reto personal?

–La Comisión del Bicentenario y mi persona han recibido el encargo especial de la presidencia del Congreso en relación con la nueva sede del Parlamento. La pretensión es llegar al 2022, año en que se cumple el Bicentenario del Congreso de la República, con un nuevo edificio, porque el actual ya no da más por recomendación de Defensa Civil.

Hacemos un trabajo en diversos tópicos y lo fundamental es que el Congreso se convierta en el eje de la peruanidad; y que garanticemos el rescate de nuestro patrimonio, como, por ejemplo, la Casa de Punchauca, ubicada en Lima Norte, que se encuentra olvidada pese a su importancia histórica y vinculación con San Martín.

Comisión Multipartidaria

El Congreso ha marcado la diferencia en la región al crear esta comisión…

–Debo reconocer a Luz Salgado (expresidenta) por el apoyo a la comisión, y también a los partidos, que han designado a personas con gran experiencia y trayectoria política, como los congresistas Víctor Andrés García Belaunde, Jorge del Castillo, Carlos Tubino, Edwin Donayre, y jóvenes representantes como Miguel Torres o Humberto Morales.

–¿Cuál es el paso siguiente de la comisión?

–Que todo el país se sienta identificado con el bicentenario y su significado. Tenemos una mesa relacionada con los parlamentos de América Latina para que cocelebren con nosotros la consolidación de la independencia en América Latina, a cargo del congresista Del Castillo.

–¿Y también se editarán libros?

–Trabajamos la edición especial de libros de recopilación histórica y parlamentaria, a cargo del legislador García Belaunde. Otro elemento importante serán las grandes leyes del bicentenario y una mesa legal, encabezada por el congresista Miguel Torres. Asimismo, nuestra relación con las regiones, a cargo del legislador Humberto Morales, y un trabajo de reconciliación con las Fuerzas Armadas, liderado por los parlamentarios Donayre y Tubino. El objetivo de la Comisión del Bicentenario es rescatar ese sentimiento patriótico vinculado con el conocimiento de nuestra historia.

«El Peruano debe ser patrimonio nacional»
Existe en el país la necesidad de revalorar las instituciones…

-El Diario Oficial El Peruano es una de las pocas instituciones vigentes que datan del inicio de la República. Es visto como un órgano transmisor de normas jurídicas, y no se aprecia el valor, sobre todo, de la forma en que está integrado día a día con la historia del Perú. El Diario Oficial El Peruano debe ser considerado patrimonio nacional, junto con su hemeroteca, su archivo fotográfico y documentario. Es uno de los pocos medios en América Latina que tiene una vigencia paralela con su periodo republicano, eso no existe en Chile, Argentina o Colombia. Es el periódico que va en paralelo con la historia de la República, por lo tanto al ser considerado patrimonio nacional, todo su legado memorístico, en términos de archivo, de hemeroteca, material pictórico, será puesto en valor, guardado y cuidado para las futuras generaciones.

El Peruano ha caminado con la República y es también la memoria legal del país…

-Lo legal es importante porque también permite ver cómo va modificándose el alma de una nación. Las leyes son el marco en el que se desenvuelven los ciudadanos; entonces, a partir de la evaluación legal, podemos darnos cuenta de cómo evoluciona el alma de nuestro Perú. Se podrían hacer sendos estudios para graficar cómo a partir de la normatividad jurídica, el esquema de los deberes, de los derechos y de construcción del Estado se fue consolidando de la mano de El Peruano.

(Fuente: Andina)