El chicharrón de cerdo celebra su día nacional cada tercer sábado de junio, convertido en uno de los platos embajadores de la gastronomía peruana y presente en todas las regiones del país, adoptando un estilo de preparación y sabor que identifica a cada lugar.
Aunque se suele disfrutar tradicionalmente en el desayuno y en el almuerzo, el chicharrón de cerdo se disfruta también en el lonche de la tarde y en la cena. Asimismo, se utiliza en diversos platos regionales conjugando su irresistible sabor proteico y graso con vegetales, tubérculos, hortalizas, cereales, granos y salsas diversas que componen potajes que conquistan paladares en todo el país y más allá de nuestras fronteras.
Aunque se desconoce con exactitud cuándo surgió el chicharrón peruano ni quien creó este potaje, lo cierto es que la carne de cerdo llegó a los paladares peruanos con la conquista española, que lo trajo a América como uno de los animales de crianza para consumo humano. Este animal fue domesticado muchos siglos antes en Europa y Asia y su carne formaba parte de la dieta y la oferta culinaria de sus poblaciones.
El pan con chicharrón constituye el desayuno infaltable en casi todo el Perú, sobre todo los domingos y fechas especiales. Consiste en una generosa porción de carne de cerdo frita acompañada de una ración de pan, camote frito, sarsa criolla a base de cebolla, limón, sal, pimienta y ají amarillo.