Con un efecto dominó: Más renuncias tras salida de Villavicencio agravan crisis en Wasi Mikuna y el Midis
La directora del programa de alimentación escolar Wasi Mikuna, Nadya Villavicencio Callo, renunció irrevocablemente a su cargo, 13 días después de que la ministra de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), Leslie Urteaga, anulara una medida de emergencia que Villavicencio había implementado para asegurar la alimentación de 4.2 millones de niños a partir de junio.
La raíz del conflicto se remonta al 16 de abril, cuando Urteaga ordenó la suspensión de la entrega de alimentos en todo el país tras reportarse intoxicaciones en 300 estudiantes. Villavicencio, en coordinación con los proveedores, respondió el 30 de abril proponiendo la distribución de canastas de alimentos, pero Urteaga desautorizó esta iniciativa, generando una fuerte confrontación.
La renuncia de Villavicencio desencadenó una ola de dimisiones. El jefe de la Unidad de Gestión de Contrataciones y Transferencia de Recursos, Víctor Farfán Reyes; la jefa de la Unidad de Supervisión, Monitoreo y Evaluación, Florita Chávezarroyo Mauricio; y la asesora de la dirección ejecutiva, Jedy Tejada Bernal, también presentaron sus renuncias, todos ellos involucrados en la aprobación de la distribución de canastas.
En su interpelación ante el Congreso el 6 de mayo, Urteaga responsabilizó virtualmente a 34 consorcios y 4 empresas contratadas por el ex Qali Warma por las intoxicaciones, afirmando que los estudiantes se enfermaron tras consumir los productos de Wasi Mikuna. Sin embargo, no se han presentado pruebas de laboratorio que confirmen que los alimentos, especialmente las conservas de pescado, pollo y pavita, fueron la causa de los malestares gastrointestinales. Los proveedores rechazaron las acusaciones.
Willman Ardiles Alcázar, anteriormente coordinador técnico de Wasi Mikuna, asumió provisionalmente la dirección. Elmer Ramírez Yuzzelli, ex coordinador de supervisión y monitoreo, reemplazó a Florita Chávezarroyo Mauricio.
