Residentes de Ucrania, en particular de Járkov y Kiev, han expresado su desilusión tras la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin. A pesar de los gestos amistosos entre ambos líderes en Alaska, la cumbre no resultó en un plan de paz para el país.
Pavlo Nebroev, un residente de Járkov, calificó el encuentro de «inútil», argumentando que los problemas que afectan a Ucrania deben resolverse con la participación de los ucranianos. El presidente Volodimir Zelenski también había descrito previamente la reunión como una «victoria personal» para Putin.
Escepticismo sobre la paz y la guerra continúa
En Kiev, la farmacéutica Laryssa Melny afirmó que no espera la paz pronto y que, en el mejor de los casos, el conflicto solo se congelará antes de reanudarse. Mientras tanto, en Járkov, una ciudad constantemente bombardeada, los residentes intentan mantener la normalidad. La fotógrafa Iryna Derkach comentó que «no se percibe ningún cambio» después de la cumbre, ya que la ciudad sigue bajo ataques casi diarios.
El escepticismo sobre la cumbre se extendió a la percepción de la postura de Trump. Katerina Foutchenko, una joven de Kiev, consideró que la reunión fue «vacía» y que el líder estadounidense no tiene una posición clara sobre el conflicto.
Reacciones y futuro
Mientras los presidentes se reunían en Alaska, Rusia lanzó 85 drones y un misil contra Ucrania. Esto refuerza la percepción de que la guerra no se detiene. A pesar de todo, los ciudadanos como Iryna Derkach, que participa en minutos de silencio diarios, siguen creyendo en la victoria.
Por su parte, Volodimir Zelenski viajará a Washington para discutir con su homólogo estadounidense «los medios para poner fin a las matanzas y la guerra».
