La crisis en el sistema penitenciario peruano exige una reorganización total del INPE, según el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana. Tras una misa en honor al Papa Francisco, Salhuana manifestó su alarma por la ineficacia del INPE, factor que socava los esfuerzos contra la criminalidad del Poder Judicial, el Ministerio Público y el propio Congreso.
La reciente fuga en Lurigancho, sumada a los problemas evidenciados en Challapalca –como la insólita conexión a internet en un penal de máxima seguridad–, llevaron a Salhuana a calificar la situación como insostenible. El hacinamiento, producto de la falta de construcción de penales por más de una década, y la endémica corrupción que facilita extorsiones desde las cárceles, completan un panorama crítico. Ante esto, Salhuana planteó una reestructuración profunda del INPE e incluso la controvertida idea de enviar presos de alta peligrosidad a cárceles extranjeras, tomando como ejemplo El Salvador.
Paralelamente, Salhuana informó sobre la inminente declaración de estado de emergencia en las provincias de Manu y Paucartambo, afectadas gravemente por las intensas lluvias, una medida que se formalizaría en el Consejo de Ministros del miércoles.
En cuanto a la polémica propuesta sobre la recuperación de licencias para conductores ebrios, Salhuana fue enfático: toda ley sigue su curso legislativo, pero su opinión personal es de rechazo a la impunidad para quienes conducen bajo los efectos del alcohol, dada la peligrosidad de sus actos.
