La crisis política que hoy afronta el Perú, tiene matices muy parecidos a la del año 2000. En ese entonces, en un proceso electoral cuestionado, fue elegido Alberto Fujimori para un tercer mandato de cinco años.
La protesta ciudadana y la movilización en las calles, no fueron suficientes para impedir que el Jurado Nacional de Elecciones proclamará al señor Fujimori ganador de las elecciones generales de ese año.
HOY ante la proclamación del señor Pedro CASTILLO, formalizada por un Jurado Nacional de Elecciones que se negó sistemáticamente a examinar las impugnaciones y nulidades interpuestas, con rigor y transparencia; es imprescindible la movilización de las fuerzas democráticas con el objetivo de defender las libertades frente a la amenaza totalitaria que se cierne sobre nuestro país.
Ante los resultados electorales tan estrechos, la realización de una auditoria internacional, debió ser solicitada por ambos candidatos como un gesto político, orientado a deponer cualquier atisbo de fraude o incertidumbre electoral.
La crisis política se agravará, creándose en mi concepto condiciones para el establecimiento de un nuevo «gobierno de transición», que convoque a nuevas elecciones generales, bajo la égida de nuevas autoridades electorales.
José Antonio TORRES IRIARTE