«Crónica de una suerte anunciada»… Por Octavio Huachani Sánchez

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Luego de un extenso y a veces áspero debate que duró casi 12 horas, el pleno del Congreso decidió otorgar la noche de ayer la cuestión de confianza al Gabinete Ministerial que preside César Villanueva. El respaldo congresal obtuvo 94 votos a favor. Dos se abstuvieron y 19 congresistas votaron en contra. Esta cuestión de confianza se da cuando solamente se ha aprobado la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura y aún faltan tres reformas por discutir.

A las nueve de la mañana, poniendo voz calmosa el primer ministro César Villanueva inició su discurso exhortando al Congreso a otorgar el voto de confianza solicitado por el Ejecutivo. Señaló que la lucha frontal contra la corrupción requiere de la aprobación de las cuatro reformas presentadas. Villanueva advirtió que el Ejecutivo no apuesta por soluciones parciales, sino por un plan integral que incluya la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), el retorno a la bicameralidad, la no reelección inmediata de congresistas, parlamentaria y el financiamiento privado a los partidos políticos.

El primer ministro fue enfático en señalar que los cuatro proyectos de reforma son parte inseparables de un proyecto integral. “No uno, no dos, no tres, son los cuatro, lo que nos permiten iniciar el gran cambio de la historia, por tanto, no aceptaremos aprobaciones parciales sino de las cuatro”, enfatizó.

César Villanueva hizo una pausa, carraspeó para luego continuar. Aunque su rostro mostraba serenidad su entrecejo delataba su malestar. Esta vez el primer ministro levanto el tono de su voz para recordar las declaraciones de la congresista Rosa Bartra, quien calificó la reforma del CNM que fue tildada por la congresista Rosa Bartra como un «proyecto mamarrachento», pero, dijo, pese a ello la aprobaron por unanimidad en la Comisión que preside.

En otra parte de su discurso, Villanueva señaló que el referéndum es importante para que la ciudadanía participe en la reforma integral del sistema de administración de justicia.

Finalmente el primer ministro fue enfático en señalar que  el mandatario Martín Vizcarra no tiene intención de postular para la presidencia en el 2021.

Los amagues de golpes

Como no podía será de otra manera la parlamentaria fujimorista Popular, Úrsula Letona, mostró su disconformidad con el mensaje de sustentación de confianza que dio el primer ministro, César Villanueva. La vocera de Fuerza Popular, calificó como un “gravísimo error” que el Parlamento finalmente ceda a la “presión” del gobierno.

Para dejar dudas de su posición, Úrsula Letona, consideró -a título personal- que ella no tiene ningún problema en no darle el voto de confianza al gaviete ministerial que preside César Villanueva, aunque esto signifique el Ejecutivo “cierre el Congreso”.

A mil kilómetros de distancia del Palacio Legislativo, en el distrito de Chala, Arequipa la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, también criticó la cuestión de confianza presentada por el Ejecutivo y señaló que ve con preocupación la actitud mostrada por el presidente de la República, Martín Vizcarra.

«Quiero decir que yo no les tengo miedo (…) pero vemos con mucha preocupación la cuestión de confianza que el presidente Vizcarra, ha planteado al Congreso pero que en realidad lo que se busca no es eso. El Perú, queridos hermanos, no está para golpes de Estado, no está para debilitar más a sus instituciones», señaló Fujimori Higushi.

Por su parte, como para no perder la costumbre, la ex secretaria de Alberto Fujimori y ex presidenta del Congreso, Luz Salgado enfatizó que «Al Ejecutivo, lamentablemente vemos que le ha ingresado la adicción por la droga de poder. Ser populista es una adicción. Pero quienes estamos a nivel de los altos estadistas tenemos que saber controlar nuestras emociones», señaló Salgado, quien sabe lo que dice.

Entorpecer es gobernar

Como se recordará la primera reforma solicitada por el Ejecutivo fue aprobada luego de 40 días de presentada. Y en el ínterin se suscitaron una serie de críticas acervas y hasta amenazas de todo calibre que al final fue deteriorando la credibilidad del Parlamento y hasta la imagen de su lideresa Keiko Fujimori.
Y en esta tarea de entorpecimiento “destacaron” Héctor Becerril, Rosa Bartra, Ursula Letona y Luis Galarreta.