El contralor general César Aguilar ha lanzado una nueva estrategia de control preventivo para las obras públicas paralizadas en Perú. El objetivo es claro: facilitar la reactivación y culminación de los 2,572 proyectos de inversión que actualmente están detenidos, los cuales suman un monto por ejecutar que supera los 22 mil millones de soles.
Este nuevo servicio de control se inauguró en la obra de transitabilidad vehicular y peatonal en la zona S de Huaycán, en el distrito de Ate, un proyecto cuya reactivación beneficiará a más de 15,000 ciudadanos de forma directa e indirecta.
Aguilar explicó que esta obra, a cargo de la Municipalidad de Ate, registra solo un 23.3% de avance físico y ha estado paralizada, con contrato resuelto, por más de ocho meses. El costo total actualizado de este proyecto asciende a más de 14.5 millones de soles, de los cuales aún restan por ejecutar más de 11.3 millones de soles. La comunidad tiene una gran expectativa por su pronta culminación, ya que beneficiará directamente a 18 comunidades aledañas y facilitará el acceso al centro de salud Fraternidad, que atiende a unos 3,000 pacientes al mes.
Alcance del control preventivo
La Contraloría ha anunciado que, durante el segundo semestre de 2025, intervendrá preventivamente en las primeras 200 obras públicas paralizadas a nivel nacional. Esto incluye proyectos de sectores clave como Transportes y Comunicaciones, Vivienda, Construcción y Saneamiento, Salud y Educación.
A diferencia de otros tipos de control simultáneo, en esta modalidad, la Contraloría y los Órganos de Control Institucional (OCI) asumirán un rol facilitador. Su función será lograr que las entidades y los actores clave se comprometan por escrito a reiniciar las obras paralizadas, mediante mesas de coordinación. Esto se hará sin interferir en los procesos de dirección y gestión de la entidad, ni en futuros controles posteriores.
El órgano de control precisó que esta nueva modalidad de control simultáneo se caracteriza por ser participativa, oportuna, preventiva, analítica, facilitadora y orientada al ciudadano con responsabilidad social. De este modo, se buscarán sinergias para reactivar y concluir las obras públicas, poniéndolas finalmente a disposición de la ciudadanía.
Este enfoque preventivo está diseñado para evitar el deterioro de las obras públicas paralizadas, la pérdida de recursos económicos, las demoras en la prestación de servicios públicos a la población, y una nueva paralización que comprometa la culminación de los proyectos.