Vietnam se enfrenta a la inminente llegada del tifón Kajiki, una tormenta calificada como «muy fuerte y peligrosa» que ha provocado la evacuación de más de 20,000 personas. Se espera que el tifón toque tierra en las próximas horas, causando fuertes lluvias, marejadas ciclónicas y vientos de hasta 133 kilómetros por hora.
Seis provincias del país —Phu Tho, Quang Ninh, Thanh Hoa, Nghe An, Ha Tinh y Quang Tri— se encuentran en alerta máxima por el riesgo de inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y hundimientos de terreno. Las autoridades han ordenado la suspensión de los servicios de transporte marítimo y el cierre de aeropuertos, como el de Ha Tinh y Quang Tri.
El gobierno ha desplegado a cerca de 350,000 oficiales y soldados, junto con 8,200 vehículos, para apoyar en las labores de respuesta al desastre. Se estima que el plan de emergencia contempla evacuar a un total de 500,000 personas de las zonas más vulnerables.
El paso del tifón ya ha dejado a miles de personas sin servicio de agua potable y a medio millón de habitantes sin electricidad. Las escuelas se mantienen cerradas y en la capital, Hanói, ya se registran lluvias y tormentas eléctricas.
Se prevé que, una vez que el tifón entre en el continente, se debilite en las próximas horas y se dirija hacia Laos y Tailandia, donde ya se están activando planes de emergencia.
El tifón Kajiki también afectó previamente a China, donde su paso por la provincia de Hainan dejó a más de 100,000 personas afectadas y requirió la intervención de los servicios de emergencia para rescates y labores de limpieza.
