En el Día Mundial del Gas Licuado del Petróleo (GLP), Perú celebra el profundo impacto de esta fuente energética en la vida de sus ciudadanos. Actualmente, más de 7 millones de hogares en todo el país, lo que equivale a unos 28 millones de personas, cocinan con GLP. Esta cifra subraya su papel esencial como una solución accesible, segura y eficiente para las necesidades básicas de las familias peruanas.
El uso masivo de GLP en el ámbito doméstico no solo ofrece una alternativa económica frente a otras fuentes de energía, sino que también ha tenido un impacto directo en la salud pública. Al reducir el uso de combustibles altamente contaminantes como la leña, el carbón y la bosta, se ha disminuido la exposición de millones de familias a enfermedades respiratorias. Además, ha mitigado la tala de árboles, especialmente en las vulnerables zonas de la sierra y selva rural, y en las periferias urbanas.
El impacto positivo del GLP va más allá de los hogares, transformando también el panorama del transporte en el país. Hoy, más de 650 mil vehículos, tanto particulares como de servicio público, funcionan con GLP. Esta cifra representa aproximadamente el 20% de todo el parque automotor y el 35% de la demanda total de este combustible en Perú. Su adopción sigue en ascenso debido al significativo ahorro económico que ofrece frente a combustibles tradicionales como la gasolina y el diésel, y por su autonomía, respaldada por la existencia de más de 1600 gasocentros de GLP en el país.
Para Jovan Pastor, presidente de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL), el crecimiento del GLP en el país es resultado de su capacidad logística y del esfuerzo privado, más que de incentivos estatales. «El GLP ha logrado expandirse sin subsidios ni incentivos estatales, gracias a su portabilidad y a una cadena de distribución eficiente que permite llevar este recurso incluso a las localidades más alejadas del país», comentó Pastor. Subrayó la importancia de fortalecer programas como el Programa Vale de Descuento FISE para asegurar que los hogares más vulnerables puedan acceder a energías limpias y seguras.
La SPGL destaca que el acceso al GLP ha sido clave para reducir la pobreza energética en el país, permitiendo que más peruanos vivan con mayor dignidad y bienestar. Ya sea en la cocina familiar o en el motor de un taxi, el GLP se consolida como una solución energética que aporta salud, economía y sostenibilidad al desarrollo del Perú.
