Sellemos la derrota de Sendero Luminoso.Por: José Antonio TORRES IRIARTE.

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Sendero Luminoso inició su accionar terrorista en la víspera de la realización de las Elecciones Generales de 1980, es decir decidieron tomar el camino de la violencia subversiva; cuando el Perú retornaba a la democracia.

Abimael Guzmán no lideró un movimiento guerrillero, ni un movimiento político que insurgió para restablecer las libertades en nuestro país; todo lo contrario, siguiendo los preceptos del maoísmo estuvo decidido a imponer una dictadura de partido único, emulando la llamada «revolución cultural» que en los años sesenta, impuso el terror en la RepúblIca Popular China.

Sendero Luminoso nunca fue un partido de masas, ni conto con la adhesión del pueblo; por ello optó por el terror, la masacre, el asesinato selectivo de autoridades, líderes políticos y sociales por un lado; así como la destrucción de la infraestructura nacional o cualquier iniciativa empresarial exitosa.

En 1968, las Fuerzas Armadas deponen a Fernando Belaunde e impiden la realización de las Elecciones Generales previstas para Junio de 1969. El gobierno militar no sólo indulto a los «guerrilleros sentenciados» años atrás, sino que tuvo el apoyo del Partido Comunista Peruano de orientación moscovita y alentó a la CGTP comunista, con el propósito de debilitar a la Confederación de Trabajadores del Perú- CTP de orientación aprista.

Durante los años de la dictadura militar, la izquierda comunista se organizó en diversos partidos con orientaciones ideológicas disímiles. El gobierno de Fernando Belaunde, en sus primeros años de gestión no enfrentó a la subversión con decisión, hablándose desde las esferas del gobierno de que se trataban de «abigeos» y no de terroristas.

El comunismo siempre debió ser enfrentado en el plano ideológico y político; más allá de la estrategía o inteligencia policial. Sendero Luminoso nunca respeto la vida, ni los Derechos Humanos; utilizó la violencia con claros objetivos políticos.

Durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua en especial, el Estado declinó y cedió en el plano político y jurídico, ante la presión de ONGs y organismos supranacionales.

Cuando el país conozca el Acta de las Sesión del Consejo de Ministros, en la que el Gabinete debatió qué hacer con los restos del cabecilla senderista; se pondra al descubierto el grado de complicidad de un gabinete sombrío presidido por Guido Bellido, que no ha sido capaz de cuestionar el accionar criminal de Sendero Luminoso y Abimael Guzmán. Pedro Castillo, no fue capaz de dar un Mensaje a la Nación, luego de la muerte del líder senderista y optó por viajar a Cajamarca, tratando de departir con sus coterráneos, soslayando sus deberes como Jefe de Estado.

La democracia debe ser defendida frente a las amenazas totalitarias; tanto Sendero Luminoso, como el MRTA impusieron el terror en el Perú como forma de acción política. La derrota de la subversión debe ser sellada confrontando ideológicamente con todos los movimientos que suscriban o justifiquen la violencia desatada por el terrorismo.

El Perú no vivió un conflicto o guerra interna, tampoco se desarrollo un «terrorismo de Estado». Sendero Luminoso hoy utiliza otras estrategías, con la complicidad del gobierno de Pedro Castillo, que mantiene vínculos con su brazo político, el MOVADEF.

Perú Libre no se sumo a la iniciativa de ley aprobada por 70 votos en el Congreso, demostrando su verdadera línea política; mientrás que la mayoria de los congresistas de Acción Popular se abstuvieron a la hora de votar, demostrando cómo un partido esencialmente democrático, no puede disciplinadamente deslindar con el terrorismo.