La democracia en nuestro país navega por aguas procelosas y muchas veces turbias. Al acecho permanecen, ocultos en las sombras de sus ambiciones, algunos congresistas ávidos de llegar a Palacio usando las vías más cortas. Veamos
El presidente Martín Vizcarra, se defendió nuevamente de las críticas tras la difusión de un (…) audio de su conversación (…) y consideró que “se quedará a medio camino” cualquier iniciativa de vacancia en su contra (…)
Esto sucedió el trece de agosto del 2019 tras la difusión de un audio donde el presidente sostuvo un diálogo con las autoridades de Arequipa por el proyecto Tía María y el pedido de vacancia fue formulado por el excongresista Mauricio Mulder.
Y ahora, de tres años después que el Congreso lo destituyera de su cargo de Contralor de la república, Edgar Alarcón, hoy congresista y presidente de la Comisión de Fiscalización del Parlamento presentó un USB que contenía tres conversaciones.
En la primera conversan el presidente Vizcarra, su secretaria Miriam Morales y la todavía secretaria de palacio, Karen Roca. En la grabación se nota claramente que Karen Roca cuida mucho cada una de sus palabras y más bien, se esmera en victimizarse.
En la segunda grabación se escucha al mandatario en conversaciones non sanctas con sus asesores y la secretaria general de Palacio Mirian Morales. Todos tratan de coordinar las fechas y ocasiones en que Richard (Swing) Cisneros visitó a Palacio de Gobierno para entrevistarse con el presidente. El temor presidencial radicaría en que su intervención en los contratos de Cisneros podrían ser consideradas como tráfico de influencias, lo que si constituiría un delito.
El tercer audio es delirante. Esta vez solo dialogan Richard Cisneros y la ahora exsecretaria de palacio, Karen Roca quien se queja del maltrato presidencial quien supuestamente la llamó desleal. Mientras Roca gimotea, Cisneros, ganado por su histrionismo, se lanza un discurso tratando de demostrar que tan poderoso era desde el gobierno de Kuczynski a quien ordenaba que debía hacer o decir. Delirante.
¿Y ahora?
Mientras el Congreso se ha declarado en sesión permanente para coordinar las acciones a tomar, el presidente Martín Vizcarra en su mensaje a la Nación desafió a que lo investiguen. No tengo nada que ocultar, dijo.
Sin embargo si bien reconoció la validez de los diálogos no aprovechó la ocasión para explicar, no al Congreso, sino al pueblo en general sobre el motivo de las coordinaciones de esas sospechosas coordinaciones sobre el Caso Cisneros.
Sobre la validez legal de los audios el exprocurador Luis Vargas Valdivia señaló que los audios pueden ser de procedencia ilegal pero si permiten llegar a esclarecer un hecho ilegal son aceptadas de acuerdo a una resolución de la Corte Suprema de Justicia.
En sentido contrario, el constitucionalista Omar Cairo afirma que el contenido de los audios no pone al presidente en causal de vacancia. “Si las escuchas en los que habla Vizcarra son producto de un chuponeo, no tienen valor legal”, dijo.
Lo cierto es que abogados y constitucionalista coinciden en señalar que es a la Fiscalía a quien corresponde iniciar las investigaciones para corroborar denuncias y hechos.
Un Congreso como el actual que toma decisiones muy rápidas con fines altamente políticos, es poco confiable, arguyen.
A propósito, no hay que olvidar que la semana pasada el presidente Martín Vizcarra se negó a acudir al Congreso que iba a ver el mismo tema. Ante ello el presidente del Congreso, Manuel Merino, declaró que a quien “más le convendría” acudir a la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Parlamento es al propio jefe de Estado, Martín Vizcarra, a fin de responder por los contratos a favor del cantante Richard Cisneros y otros con el Estado (sin duda se refirió a los amigos del Presidente).
De aquí en adelante cualquier cosa puede pasar. En el Congreso pueden plantear la figura de “incapacidad moral” que se presta para varias interpretaciones y que conduciría a Merino a Palacio de Gobierno.
De darse esto ¿Cómo quedarían las aspiraciones presidenciales de los candidatos de los partidos que ya están calentando motores? ¿Merino se confirmará con ponerse la banda presidencial por tan solo ocho meses?
Esta tragicomedia política se da en medio de una crisis sanitaria que ha provocado miles de muertos en nuestro país y con un pueblo ávido de más bonos familiares y ayuda social; de millones de peruanos sin trabajo y con una economía cuyas arcas languidecen de tanta ayuda social.
¿Sabrá a lo que se enfrentará el sucesor de Vizcarra?