Fue operado de urgencia por un sangrado cerebral este lunes.
La salud del aspirante a la presidencia de Colombia, Miguel Uribe, es «extremadamente crítica» tras ser sometido este lunes a una cirugía de urgencia por un sangrado cerebral. Uribe fue baleado la semana pasada en un evento público.
El senador opositor de 39 años ingresó a un centro médico el 7 de junio con tres heridas de bala: dos en la cabeza y una en la pierna. Los médicos lo operaron ese mismo día y nuevamente el pasado domingo.
La clínica informó que este lunes Uribe debió pasar de nuevo por el quirófano debido a un sangrado «agudo» en el cerebro. Tras la intervención, los médicos calificaron su situación como «extremadamente crítica», destacando un «edema cerebral persistente y sangrado intracerebral de difícil control». Este estado representa un deterioro drástico en su salud, después de días de aparente estabilidad e incluso signos de mejoría el miércoles pasado.
Un adolescente de 15 años se encuentra detenido y es señalado como el autor material del atentado, junto a otros dos sospechosos acusados de complicidad. La fiscalía los imputó por homicidio en grado de tentativa y porte ilegal de armas, cargos que ninguno aceptó.
Hasta el momento, los autores intelectuales del ataque siguen sin ser identificados.
María Claudia Tarazona, esposa de Uribe, declaró a los medios que esta es la «batalla más difícil» de su esposo desde el atentado.
El domingo, miles de personas marcharon en Bogotá y otras ciudades del país en rechazo a la violencia. Este intento de homicidio evoca las épocas más oscuras del narcotráfico en Colombia durante las décadas de 1980 y 1990, cuando cuatro candidatos presidenciales fueron asesinados en el auge del capo Pablo Escobar.
Además del presunto sicario, están detenidos un hombre que conducía el automóvil desde el cual le entregaron el arma y una mujer que lo acompañaba. Un cuarto implicado permanece prófugo; medios locales, citando interrogatorios, señalan que es clave para la investigación y conoce la identidad del autor intelectual.
El abogado de Uribe, Víctor Mosquera, afirmó a la AFP que la investigación apunta a una «organización estructurada» con «antecedentes de atentar contra líderes de la derecha». Mosquera describió al grupo como una «organización criminal» con «poderío económico», sin ofrecer más detalles para no afectar las pesquisas.
Uribe ha sido un crítico de la venta y consumo de drogas, y sus propuestas se han centrado en la lucha contra los expendedores de sustancias ilegales en las ciudades, lo que podría estar relacionado con el ataque.
El presidente Gustavo Petro ha mencionado como hipótesis a los disidentes de la extinta guerrilla FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016, aunque estos negaron su responsabilidad en un comunicado la semana pasada. El mandatario también sospecha de una supuesta mafia de narcotraficantes colombianos y extranjeros con sede en Dubái.