Es una costumbre de la provincia de Junín, donde el hombre andino rinde tributo a la Pachamama y al Taita Jirca. Se realizará el 5 de marzo.
La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, junto al alcalde de Junín, Elio Zevallos, y ciudadanos y ciudadanas de la región Junín, participaron hoy del lanzamiento de la Calistrada y la Herranza Junina, una manifestación cultural que se mantiene viva de generación en generación.
Esta práctica cultural es un agradecimiento a la Madre naturaleza (Pachamama) y al Tayta Jirca (vegetación) por su aporte al bienestar de los animales. Al ritmo de las tinyas, cachos, mandolinas y huayaris, la población celebra esta fiesta los primeros días de marzo de cada año.
Durante la presentación, la ministra anunció que se ha iniciado el trámite de declaratoria de esta festividad como Patrimonio Cultural de la Nación, por llenar de orgullo y cultura a toda la provincia.
“Estamos todos invitados a participar de estas celebraciones, y que Junín sea un gran ejemplo de reactivación económica, a través de nuestra cultura, nuestras artes y nuestras manifestaciones culturales”, expresó la ministra.
“Quiero invitar a todos los peruanos a visitar Junín, una tierra heroica que ha marcado la independencia del país”, dijo la titular de la cartera de Cultura, quien destacó la articulación con el gobierno central y el gobierno local en beneficio de la ciudadanía.
Indicó también que, Junín debe ser un gran ejemplo de la reactivación económica a través de nuestra cultura y de nuestras expresiones culturales. La Herranza Junina se celebrará el domingo 05 de marzo, a cargo de la Municipalidad Provincial de Junín y sus portadores.
La Herranza
La Herranza propiamente dicha, comienza en los carnavales entre febrero y marzo. En esta actividad, participa toda la población. En dicha festividad en Junín, las parejas de hombres y mujeres se desplazan por los campos con atuendos propios de la región, acompañados por la tinya y la guitarra.
Luego, se reúnen en la casa del dueño de los ganados, donde bailan sobre su sitio o corretean con zapateo, alzando los brazos al ritmo de la música. Ocasionalmente, lanzan guapidos y frases irónicas sobre la fortaleza de los danzantes. Ellos no se detienen durante el ritual de la Herranza.
La Herranza es un patrimonio milenario, heredado desde las generaciones antiguas. Los pobladores pre cerámicos, habitantes de la provincia de Junín, cultivaron, paulatinamente, la señalización de los animales. Lo hacían con la finalidad de identificar la propiedad.
Por lo tanto, esta costumbre tiene una esencia meramente andina. La marcación del ganado se realiza con cintas de colores que se insertan en las orejas utilizando una aguja. Las cintas son de diversos tipos. Pueden ser de seda o de lana. También existen las llamadas «peruanas», de colores blanco y rojo.