A los “Altares del Fuego” sólo tenían acceso determinadas autoridades religiosas, políticas y sociales. En estos espacios se incineraban ofrendas
El equipo de profesionales de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura, halló un nuevo “Altar del Fuego”; recinto que era usado exclusivamente para realizar ceremonias de gran importancia en la sociedad caralina, hace cinco mil años.
Este descubrimiento se realizó durante las investigaciones en el sitio arqueológico Era de Pando, antigua ciudad de la civilización Caral, ubicado en Valle de Supe, provincia de Barranca, Lima – Perú,
Los arqueólogos, liderados por la doctora Ruth Shady, directora de la ZAC, detallaron que este Altar fue construido en el lado oeste del Edificio Público Piramidal Mayor “C1” de Era de Pando, como un recinto subsidiario de actividad secundaria a las ceremonias centrales llevadas a cabo en el Edificio Principal.
El Altar del Fuego de Era de Pando es de forma circular y mide, aproximadamente, 7 metros de diámetro, y está precedido por un patio rectangular de 16 metros de largo y 8 metros de ancho. Se accede a este recinto sagrado por una escalera que desciende desde el Salón Ceremonial del lado Oeste de este edificio piramidal.
En la civilización Caral, los Altares del Fuego fueron construidos en los edificios públicos piramidales de mayor importancia de la ciudad, así como, también, en espacios próximos a las residencias principales. A ellos sólo tenían acceso determinadas autoridades religiosas, políticas y sociales.
En estos altares, que son testimonio de la producción de conocimientos en ciencia y tecnología, los conductores, en ceremonias privadas, con el grupo social correspondiente y sus allegados incineraban ofrendas, como cuentas, fragmentos de cuarzo, peces, moluscos y productos agrícolas.
Era de Pando
Es uno de los principales asentamientos de la civilización Caral y su historia abarca desde hace más de 4000 años. Se encuentra en el Valle Bajo y margen derecha del río Supe, a 12.5 kilómetros al interior del valle desde la costa y a una altura de 200 metros sobre el nivel del mar.
Abarca 57.93 hectáreas y está conformado por 48 edificios, distribuidos alrededor de un espacio central. Cuatro de ellos son edificios piramidales mayores, cuatro edificios piramidales menores y otros 40, son templos de menores dimensiones y residencias de diferentes características.
Era de Pando destaca por su importancia a través del tiempo, su monumentalidad y su rol jerárquico en la historia de la sociedad caralina. Está ubicado en una importante vía natural de conexión con el valle de Pativilca y la intercuenca Taita Laynas. Asimismo, su proximidad al mar y a extensas áreas de cultivo fueron oportunas para que el asentamiento adquiriera importancia.
Cuando la Ciudad Sagrada de Caral – Supe, Patrimonio Mundial, estaba en su mayor auge, Era de Pando era solo un pequeño asentamiento con uno o dos edificios piramidales. Más adelante, en períodos tardíos, pasó a formar parte de la jerarquía de asentamientos distribuidos en todo el valle.
En Era de Pando se han encontrado, además de las edificaciones, diferentes objetos de la vida doméstica y ceremonial, como figurinas, instrumentos de piedra y otros de material orgánico.