El nuevo Pabellón Iberoamericano fue el escenario para celebrar el vasto legado del autor.
Después de un inicio complicado por las inclemencias del tiempo, la Feria del Libro de Madrid retomó su curso este sábado con un emotivo homenaje al aclamado escritor Mario Vargas Llosa. Organizado por la feria y la editorial Alfaguara, el tributo tuvo lugar en el recién inaugurado Pabellón Iberoamericano.
Esta actividad formó parte de la 84.ª edición de la feria, que busca retomar su ritmo habitual tras el cierre temporal del viernes debido a las condiciones meteorológicas adversas. La jornada del sábado estuvo dedicada a la lectura de fragmentos de las obras del Nobel de Literatura hispanoperuano, quien falleció el pasado abril a los 89 años.
Autores de la talla del hispanoperuano Santiago Roncagliolo, el español Javier Cercas y la argentina Claudia Piñeiro participaron en el evento. La editora Pilar Reyes fue la encargada de conducir el acto, recordando la profunda conexión de Vargas Llosa con Madrid, ciudad donde escribió su primera novela, La ciudad y los perros, y su tesis doctoral sobre Rubén Darío, Historia de un deicidio.
Voces que dan vida a una obra monumental
Javier Cercas eligió un fragmento de La ciudad y los perros, una novela que lo «chocó» a los 17 años y que, según confesó, es una obra «extraordinaria y llena de furia» que retrata la experiencia del autor en un colegio militar. Por su parte, Claudia Piñeiro compartió una anécdota sobre su primer encuentro con Vargas Llosa como jurado del Premio Alfaguara, donde le pidió que le firmara Pantaleón y las visitadoras, bromeando con que al día siguiente «todo el jurado llevó un libro». Roncagliolo, por su parte, optó por un fragmento de La fiesta del chivo, destacando la habilidad del autor para narrar «el mal, la oscuridad y la violencia». El actor Pedro Casablanc también se sumó al homenaje, leyendo un pasaje de La guerra del fin del mundo, obra que representó en escena junto al propio Vargas Llosa.
Este emotivo homenaje al Nobel se complementó con un acto dedicado a la escritora española Ana María Matute, conmemorando el centenario de su nacimiento.
El Retiro, punto de encuentro a pesar de las inclemencias
A pesar del clima, el emblemático parque El Retiro, sede tradicional de la feria, volvió a llenarse de visitantes. Con sombreros y botellas de agua, los lectores buscaban reencontrarse con sus autores favoritos y conseguir sus firmas. Entre los escritores más solicitados del día estuvieron María Dueñas, Milena Busquets, Fernando Aramburu, Juan José Millás y el dúo de Juan Luis Arsuaga y Juan José Millás.
Sin embargo, el clima continuó siendo un desafío. Tras la pausa habitual de las 15:00 horas, la organización anunció que la reapertura de las actividades se retrasaría una hora, de las 17:00 a las 18:00. Esta medida preventiva se tomó por la persistente amenaza de calor, viento y humedad, y en cumplimiento del estricto protocolo de seguridad del parque, que alberga árboles centenarios. La feria continúa su compromiso de brindar una experiencia segura y enriquecedora para todos los asistentes.
