En un mensaje póstumo, publicado como prólogo del libro ‘Youcat: Amore per sempre’, el papa Francisco ofreció una sentida exhortación a los jóvenes: «creer» en la «aventura de un amor para toda la vida».
Con la emotividad que lo caracterizaba, Francisco escribió: «Siempre me conmueve ver jóvenes enamorados que se atreven a transformar su amor en algo grande. ‘Quiero amarte hasta que la muerte nos separe’. ¡Qué promesa tan extraordinaria!».
El Papa recurrió a la imagen del tango, danza emblemática de su Argentina natal, para describir el amor: «Un hermoso juego libre entre hombre y mujer, lleno de fascinación erótica y atracción. Los bailarines se cortejan, experimentan la cercanía y la distancia, la sensualidad, la atención, la disciplina y la dignidad, disfrutando del amor e intuyendo la posibilidad de una entrega completa».
Consciente de la fragilidad de muchos matrimonios actuales, Francisco lanzó un llamado a la esperanza: «Crean en el amor, crean en Dios y crean en su capacidad para afrontar la aventura de un amor definitivo. El amor anhela ser para siempre… Necesitamos ser acogidos sin reservas, y quienes no lo experimentan a menudo cargan una herida invisible de por vida».
Como guía para construir relaciones sólidas, Bergoglio propuso un «catecumentato» prematrimonial, un proceso de preparación similar al de los primeros cristianos, para «evitar decepciones y matrimonios inestables o inválidos».
Su mensaje culminó con un consejo práctico: «Participen plenamente en los cursos de preparación al matrimonio. Busquen los más exigentes. Y dialoguen sobre este libro en pareja o con amigos».
