Durante su primera audiencia con los miembros de la curia romana, el papa León XIV hizo un llamado a la unidad, el diálogo y la construcción de puentes dentro del gobierno de la Iglesia católica.
En un gesto de cercanía, agradeció al personal y sus familias reunidos en la sala Pablo VI del Vaticano, y reafirmó su compromiso con una Iglesia abierta y fraterna.
«Los papas pasan, la curia permanece», expresó el pontífice, reconociendo el papel estable y continuo de esta institución en el funcionamiento de la Santa Sede.
León XIV enfatizó la importancia de vivir ese espíritu desde lo cotidiano: “Cada uno puede ser constructor de unidad desde su actitud en el lugar de trabajo, con paciencia, humildad y sentido del humor”.
Igualmente valoró el legado reformista de su antecesor, que impulsó cambios en la curia como la descentralización del poder, mayor transparencia y la inclusión de laicos y mujeres.
Sin embargo, reconoció que algunas de esas transformaciones provocaron tensiones internas. En 2024, por ejemplo, medio centenar de trabajadores de los Museos Vaticanos realizaron una inédita huelga por mejores condiciones laborales.