Es considerada y reconocida por el Estado peruano como la primera institución patriótica femenina del Perú.
En el Día de la Reincorporación de la Heroica Ciudad de Tacna al Perú, la presidenta de la República, Dina Boluarte y la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, entregaron hoy la resolución que declara como bien integrante del Patrimonio Cultural de la Nación al “Primer libro de actas de la Sociedad Católica de Instrucción y Auxilios Mutuos (1897-1902)”.
La presidenta de la Benemérita Sociedad de Auxilios Mutuos de Señoras de Tacna, Carmen Salleres, recibió la resolución en el marco de las actividades por el 94 aniversario de reincorporación de Tacna al Perú.
Cabe destacar que, el Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación al “Primer Libro de Actas de la Sociedad Católica de Instrucción y Auxilios Mutuos (1897–1902)”, custodiado por la Benemérita Sociedad de Auxilios Mutuos de Señoras de Tacna.
Así, son fuente histórica, con antigüedad y originalidad evidente, que se produjeron en un contexto complicado y desfavorable como la ocupación chilena de Tacna, en la que estas señoras lideradas por Carolina Vargas de Vargas hicieron lo posible para auxiliar su sociedad e impulsar la educación peruana en medio de este escenario.
El valor histórico radica en que son la evidencia de los inicios y funcionamiento de la Junta Directiva y Junta General de la Sociedad Católica de Instrucción y Auxilios Mutuos, mediante el cual se registran sus integrantes, quienes instituyeron dicha sociedad en favor de los desprotegidos en plena ocupación chilena, a propósito del Tratado de Ancón; por lo que, era necesario efectuar acciones mutuas, que a través de la educación, salud y otros lucharon por defender la peruanidad, siendo considerada y reconocida por el Estado peruano como la primera institución patriótica femenina del Perú.
Las Actas de Sesiones fueron emitidas entre 1897 y 1902, y contienen descripciones de su instalación y las acciones de su funcionamiento, en el cual se registran también los nombres y cargos de diversas damas que hicieron posible su funcionamiento y desarrollo, debiendo destacarse el rol de la presidenta Carolina V. de Vargas y el tesorero, el párroco José F. Andía, quien protegió a dicha sociedad. En sus páginas se encuentran la descripción de las sesiones ordinarias y extraordinarias denominado como Junta Directiva y Junta General.
El valor científico de las Actas de Sesiones, está determinado por constituir fuente de información de primera mano, documentos irremplazables y únicos que explican desde los inicios y funcionamiento de su gestión en favor de los desprotegidos tacneños por la ocupación chilena, hasta revelar sobre la confección de su vestimenta, insignias, banderas y otros. De esta manera, complementan nuestro conocimiento sobre el proceso de ocupación chilena hasta el retorno de Tacna al Perú; por lo que, se les considera información valiosa para la investigación.
Sobre el valor social, los documentos representan y complementan para la sociedad peruana y el Estado peruano, el rol de las organizaciones patrióticas del Perú en plena ocupación chilena; en este caso concreto de la Sociedad Católica de Instrucción y Auxilios Mutuos, que a través de la instrucción, salud y otros, tuvo una labor social inigualable en favor de los tacneños a quienes llegaron con su ayuda mutua, cultivando los valores patrióticos, morales y culturales en favor del retorno de Tacna al Perú.
En sus Actas de Sesiones, podemos encontrar personajes emblemáticos que escribieron las acciones de su Junta Directiva y Junta General, como Lastenia Rejas de Castagñon, Olga Grohmann de Basadre, madre del historiador Jorge Basadre, y Elvira Carbajal Salgado de Muñoz, entre otras, en sus respectivas sesiones ordinarias y extraordinarias, estando siempre al acecho de la armada chilena para oprimirlas personal y grupalmente. Sin embargo, su rol y accionar individual y colectivo, en favor de la sociedad tacneña, pudo resistir, generando un valor social a través de la instrucción, salud y otros desde sus cimientos, permitiendo que los cargos administrativos no dependieran de nombre, sino de la voluntad colectiva a través de sus aportes económicos.
Esta declaratoria, propuesta por el Archivo General de la Nación y otorgada mediante Resolución N°000200-2023-VMPCIC/MC, refuerza el compromiso del Ministerio de Cultura por preservar y valorar el Patrimonio Cultural del Perú, asegurando que las futuras generaciones puedan apreciar y aprender de estos valiosos documentos que atestiguan la historia de nuestro país.