El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su firme apoyo a su homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ante las medidas coercitivas unilaterales decretadas por Estados Unidos que atentan contra la soberanía de la isla. En un mensaje publicado este viernes, el mandatario venezolano reafirmó su compromiso con la lucha por la dignidad y los ideales de la revolución latinoamericana y caribeña.

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«Nos solidarizamos con el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ante las medidas ilegales impuestas en su contra”, externó el presidente de Venezuela. «Estoy seguro de que el hermano pueblo cubano seguirá luchando; sepan que cuentan con Venezuela y el ALBA-TCP para materializar el sueño de Bolívar, Martí, Fidel y Chávez. ¡Venezuela Siempre con Cuba!”, aseveró el presidente Maduro.
Medidas Coercitivas y Reacciones
Este viernes, el Departamento de Estado de EE. UU. emitió medidas coercitivas unilaterales contra el presidente cubano y los ministros de Defensa, Álvaro López Miera, y del Interior, Lázaro Alberto Álvarez Casas. Las sanciones se emitieron también contra sus familiares directos, quienes no podrán viajar a territorio estadounidense. De igual manera, el Departamento de Estado indicó que está “tomando medidas para imponer restricciones de visa” a otros funcionarios judiciales y penitenciarios cubanos.
La cancillería venezolana, en un comunicado previo al mensaje del presidente Maduro, expresó “su más enérgico y categórico rechazo al infame pronunciamiento del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien en una nueva muestra de odio, obsesión enfermiza y arrogancia imperial, pretende sancionar al presidente legítimo de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez”. Estas nuevas sanciones se suman al bloqueo y restricciones vigentes desde hace más de 60 años contra Cuba y coinciden con un plan agresivo de la administración de Donald Trump contra el país.
La Postura Cubana: Independencia y Soberanía
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, rechazó las medidas restrictivas unilaterales impuestas y manifestó que a la Casa Blanca le molesta la soberanía e independencia de su país. “Lo que molesta a EE. UU. de Cuba es la verdadera independencia, que no gobiernen aquí las transnacionales, que tengamos salud y educación gratis, que no pidamos permiso para condenar crímenes como el de Israel y EE. UU. contra los palestinos”, escribió el jefe de Estado.
Las sanciones, emitidas el 11 de julio de 2025, restringen la entrada a territorio estadounidense no solo al presidente Díaz-Canel, sino también a los ministros de las Fuerzas Armadas, general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, y del Interior, general de división Lázaro A. Álvarez Casas; las cuales también se extienden a los familiares directos de dichos dirigentes cubanos. Además, el Departamento de Estado de EE. UU. evalúa la posibilidad de imponer restricciones de visa a otros funcionarios judiciales y penitenciarios cubanos.
Como parte de estas medidas coercitivas, Estados Unidos también anunció la actualización de las listas de Propiedades Restringidas de Cuba y de Alojamientos Prohibidos, para incluir otras 11 entidades vinculadas al gobierno cubano, entre ellas el nuevo hotel Iberostar Selection Habana, conocido como Torre K, con el fin de «prevenir que fondos de EE. UU. lleguen a la isla».
En respuesta a estas acciones, el Canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, subrayó que «EE. UU. es capaz de imponer sanciones migratorias contra dirigentes revolucionarios y de mantener una guerra económica prolongada y despiadada contra Cuba», pero no posee «la capacidad de doblegar la voluntad de este pueblo ni de sus dirigentes».
Las sanciones fueron emitidas por EE. UU. bajo la presunción de que los funcionarios cubanos están involucrados en «graves violaciones a derechos humanos», lo cual responde a una «campaña de descrédito por parte de EE. UU. contra el Gobierno de la isla». Estas medidas, que forman parte de la política reforzada del presidente Trump hacia Cuba, se suman a un bloqueo económico, comercial y financiero que se mantiene contra Cuba desde hace más de 60 años. Desde 2019, la administración Trump ha dictado 243 medidas coercitivas unilaterales como parte de una política de máxima presión destinada a asfixiar la economía cubana y promover un supuesto «Gobierno de transición».