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miércoles, 14 mayo, 2025
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Cuba: Canciller rechazó la decisión de EEUU de volver a incluir a Cuba en la lista de estados que “no cooperan plenamente contra el terrorismo”

Cuba denuncia su reinclusión por EEUU en lista de países que “no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas”

El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, ha expresado su firme rechazo a la reciente decisión del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de volver a incluir a Cuba en la lista de países que, según Washington, “no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas”.

A través de sus redes sociales, Rodríguez afirmó que el secretario es “conocido por mentir para justificar sus medidas contra el pueblo cubano”.

En su mensaje, el canciller subrayó que “cabría recordarle que en 2024 agencias de su país presentaron evidencia en contrario”, refiriéndose a informes que contradicen la justificación de la inclusión de Cuba en dicha lista.

Además, cuestionó la postura del gobierno estadounidense al preguntar: “¿Acaso su gobierno ha tomado medidas contra quienes organizan, financian y realizan impunemente acciones terroristas contra Cuba desde territorio de EE.UU.?”.

Rodríguez Parrilla también criticó el “doble rasero” en la política de Estados Unidos, afirmando que “el país de las listas unilaterales, arbitrarias y fraudulentas debería crear un listado de políticos de EE. UU. mentirosos y corruptos pagados por intereses especiales”; resaltando la falta de coherencia en las acciones de Washington respecto a la lucha contra el terrorismo.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, incluyó este martes a Cuba en la lista de países «no cooperantes» en la lucha antiterrorista. Rubio argumentó que La Habana no cooperó plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Washington en 2024.

Marco Rubio adoptó esta decisión e insistió en que Cuba «debe ser certificada como un ‘país no cooperante completo‘» en la en lucha antiterrorista. El Departamento de Estado afirmó que durante 2024 albergó al menos 11 fugitivos estadounidenses en Cuba, incluidos varios acusados de terrorismo, y que el gobierno cubano rechazó discutir su extradición a EE.UU.

Esta clasificación prohíbe vender o licenciar artículos y servicios de defensa a La Habana. Junto a Cuba, Rubio también certificó como ‘NFCC’ a Corea del Norte, Irán, Siria y Venezuela.

Argumentos basados en mentiras

El canciller cubano Bruno Rodríguez respondió que el funcionario estadounidense «miente habitualmente para justificar sus medidas contra Cuba«. Rodríguez recordó que en 2024 varias agencias estadounidenses presentaron evidencia que contradice los argumentos de Rubio.

El ministro cuestionó: «¿Ha actuado su gobierno contra quienes organizan, financian y ejecutan acciones terroristas contra Cuba desde EEUU?» y denunció el «doble rasero ampliamente reconocido del gobierno estadounidense».

La embajada de Cuba en Argentina denunció que se trató de «una decisión absolutamente política con un fin punitivo».

Washington argumenta que hay «al menos 11 fugitivos de la justicia estadounidense en Cuba». Donald Trump aumentó la presión sobre la isla desde su retorno al poder

El gobierno de Estados Unidos anunció este martes la reincorporación de Cuba al listado de países que «no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas», una medida que conlleva nuevas sanciones para la isla. Donald Trump aumentó la presión sobre Cuba desde que volvió a la Casa Blanca para un segundo mandato. El 20 de enero, día de su investidura, Trump ya revocó la decisión de su predecesor, el demócrata Joe Biden, de retirar a Cuba de otra lista negra, la de países patrocinadores del terrorismo.

La Cancillería cubana respondió que, a la inversa, es Estados Unidos quien no coopera. «Son ellos quienes se niegan a cooperar con Cuba y otros países en la lucha contra el terrorismo, lo cual es comprensible. El historial de complicidad y participación de agencias gubernamentales estadounidenses en el terrorismo está bien documentado», acusó el viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Carlos Fernández de Cossío, en la red social X.

Cuba «no cooperó plenamente»

La vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, afirmó que «en 2024 el régimen cubano no cooperó plenamente con Estados Unidos en materia antiterrorista». «Había al menos 11 fugitivos de la justicia estadounidense en Cuba, incluidos varios que enfrentaban cargos relacionados con el terrorismo, y el régimen cubano dejó claro que no estaba dispuesto a negociar su regreso para que comparecieran ante la justicia en nuestro país», agregó Bruce en un comunicado que precisa que otros cuatro países (Venezuela, Corea del Norte, Irán y Siria) permanecen en la lista.

En concreto, la inclusión de Cuba en la lista de «país no cooperante plenamente» (NFCC, por sus siglas en inglés) «implica la prohibición de la venta o la concesión de licencias para la exportación de artículos y servicios de defensa a Cuba». La lista de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas se gestiona de forma independiente a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, en la que Trump incluyó a Cuba en las primeras horas de su presidencia, el pasado 14 de enero.

Un grupo de expertos de la ONU dijo en febrero pasado que la decisión de poner nuevamente a Cuba a esa lista es ilegal y un retroceso para los derechos humanos de los cubanos, con un efecto sobre todo en los grupos más vulnerables. Los expertos en derechos humanos afirmaron que la designación de Cuba agravó el aislamiento de la isla y provocó un temor generalizado a mantener relaciones con ese país, en particular en el terreno económico.

«Nuevas formas de asfixia económica»

En diálogo con Página/12, el embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada, admite que no se sorprendió por este nuevo anuncio de Washington. «Los gobiernos de Estados Unidos se respetan muy poco a sí mismos. Con estas definiciones que adoptan lo que hacen es desprestigiar más su política exterior. La decisión de colocar a Cuba en esa lista es una decisión absolutamente política con un fin punitivo, de manera que puedan justificar la vergonzosa política de genocidio y bloqueo que vienen aplicando contra Cuba desde hace más de 65 años, especialmente para rendir por hambre, sufrimiento y enfermedades a nuestro pueblo», expresó Prada.

Por otra parte, el embajador pidió no olvidar que «mientras Estados Unidos hace esto, se mantiene la protección a los grupos terroristas en la Florida que siguen entrenando, que siguen preparando acciones en Cuba, sigue fluyendo el financiamiento de fondos federales hacia las actividades de subversión dentro de Cuba». En ese sentido remarcó que «es Estados Unidos el que tiene que dar cuenta de ese accionar inmoral de patrocinio, protección y práctica del terrorismo».

Una relación muy conflictiva

Durante más de seis décadas, Washington impuso a Cuba un salvaje embargo comercial. Trump lo endureció durante su primer mandato (2017-2021) como nunca antes, con varias medidas, y volvió a incluir a la isla en su lista negra de patrocinadores del terrorismo, una medida que obstaculiza las transacciones y las inversiones porque las empresas se exponen a sanciones estadounidenses.

Estados Unidos justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el gobierno de Colombia. Cuba había formado parte de la lista desde 1982 pero salió en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump.

Antes de llegar al poder en 2021, Biden prometió cambios respecto a Cuba pero los fue aplazando tras las manifestaciones antigubernamentales de julio de 2021 en la isla. Justo antes de dejar el poder alivió las sanciones para facilitar la liberación de cientos de presos políticos en Cuba. Trump retomó la política agresiva con su regreso a la Casa Blanca. Lo acompaña en esa misión el Secretario de Estado Marco rubio, hijo de cubanos y defensor a ultranza de la mano dura sobre Cuba.

Cuba denuncia doble rasero de EEUU en designación terrorista

La Habana, 13 may (Prensa Latina) El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció hoy el doble rasero de Estados Unidos al incluir nuevamente a la isla en la lista de países que no cooperan contra el terrorismo, designación que calificó de «fraudulenta».

A través de la red social X, Rodríguez señaló que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio —»conocido por mentir para justificar sus medidas contra el pueblo cubano»— ordenó la reinclusión de Cuba en la lista de países que no cooperan con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos.

El ministro recordó que «en 2024, agencias de inteligencia de ese país presentaron evidencia de lo contrario».

Rodríguez cuestionó además que el Gobierno estadounidense no tome medidas contra quienes organizan, financian y ejecutan impunemente acciones terroristas contra Cuba desde la nación norteña.

El canciller reiteró que el doble rasero del Gobierno de Washington es «ampliamente reconocido» y lo describió como «el país de las listas unilaterales, arbitrarias y fraudulentas».

También sugirió que Washington podría crear «una lista de políticos mentirosos y corruptos pagados por intereses especiales».

Con la decisión tomada este martes, la nueva administración estadounidense de Donald Trump revierte la medida adoptada por su antecesor Joe Biden, quien retiró a la isla de la lista el pasado 15 de mayo, argumentando que las circunstancias para la certificación de Cuba como “país no cooperante total” cambiaron.

Cuba por Siempre

La política exterior de Estados Unidos ha alcanzado un nuevo nivel de hipocresía y desvergüenza al reincorporar a Cuba en su lista de países que «no cooperan plenamente contra el terrorismo», mientras levanta sanciones al gobierno de facto en Siria, encabezado por un exlíder de Al Qaeda conocido por degollar opositores y sembrar el terror. Esta maniobra no es solo una contradicción grotesca; es una bofetada a la lógica, la moral y la decencia humana.

Washington manipula el concepto de «terrorismo» como una herramienta de dominación geopolítica, castigando a países soberanos como Cuba que desafían su hegemonía, mientras legitima a criminales de guerra en Siria para servir a sus intereses estratégicos. Este doble rasero es un insulto a la inteligencia global y una muestra de arrogancia imperial sin límites.

El descarado anuncio del Departamento de Estado se produce a apenas un año después de haberla retirado en mayo de 2024 por su cooperación policial, incluyendo esfuerzos antiterroristas. La excusa esta vez es tan endeble como insultante: Cuba no extradita a ciudadanos estadounidenses supuestamente prófugos de la justicia. Sin embargo, Cuba no solo ha ratificado todas las convenciones de la ONU contra el terrorismo, sino que ha sido víctima de ataques terroristas patrocinados desde suelo estadounidense, como el más reciente atentado a su embajada en Washington en 2020.

La inclusión de Cuba en esta lista no tiene nada que ver con el terrorismo y todo que ver con el sadismo económico de Washington. Al mantener a Cuba bajo el yugo de un embargo de más de seis décadas, EE.UU busca asfixiar a una nación que se atreve a resistir su dictado imperial. Esta designación refuerza las restricciones comerciales, bloquea el acceso a ayuda humanitaria y agrava la crisis de alimentos, medicinas y combustible que enfrenta el pueblo cubano. Como denunció el canciller Bruno Rodríguez, esta «calumnia» es una continuación de las políticas genocidas de la era Trump, diseñadas para infligir sufrimiento colectivo mientras se disfraza de «lucha contra el terrorismo». Es un acto de crueldad deliberada, no de justicia.

Mientras EE.UU. castiga a Cuba por su compromiso con la paz, abraza con cinismo al gobierno de facto en Siria liderado por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y su cabecilla, Abu Mohammad al-Julani, un exmiembro de Al Qaeda cuya trayectoria está bañada en sangre. Este individuo, conocido por decapitaciones, ejecuciones masivas y atrocidades durante la guerra siria, encabeza un grupo que hasta hace poco era considerado terrorista por el propio Washington. Han levantado las sanciones al régimen sirio bajo el pretexto de «estabilizar» la región, legitimando a un criminal de guerra cuya «cruzada democrática» dejó un rastro de cuerpos mutilados por toda Siria.

La inclusión de Cuba en la lista antiterrorista es un acto de terrorismo económico en sí mismo. Al restringir exportaciones, bloquear transacciones financieras y limitar el acceso a recursos esenciales, EE.UU condena al pueblo cubano a la miseria mientras se pavonea como defensor de los derechos humanos. La ONU y organizaciones internacionales han denunciado estas listas unilaterales como violaciones del derecho internacional, pero Washington las ignora, confiado en su poder para imponer su voluntad sin rendir cuentas. La narrativa de «lucha contra el terrorismo» es una cortina de humo para encubrir una agenda de control y dominación.

Por otro lado, la absolución de facto de Al-Julani en Siria revela la verdadera naturaleza de la política exterior estadounidense: un juego de conveniencia donde los principios son sacrificados en el altar de la hegemonía. Aliviar sanciones a un grupo con un historial de barbarie mientras se castiga a Cuba, un país sin vínculos con el terrorismo internacional, es una afrenta a las víctimas del extremismo y una burla a la comunidad internacional. Como dijo un analista en X, «el imperio no tiene moral, solo intereses», y este doble estándar es la prueba irrefutable.

El gobierno de EE.UU no tiene autoridad moral para hablar de terrorismo mientras castiga a Cuba por su soberanía y abraza a un rebana cuellos de Al Qaeda en Siria. El mundo no puede seguir tolerando esta farsa. Es hora de desenmascarar el cinismo de Washington y exigir el fin de sus listas arbitrarias, sus sanciones genocidas y su complicidad con el verdadero terrorismo. Cuba merece justicia, y la humanidad merece un orden global que no esté dictado por la hipocresía de un imperio en decadencia.

Venezuela rechaza inclusión de Cuba en lista arbitraria de EEUU
Caracas, 13 may (Prensa Latina) Venezuela rechazó hoy la inclusión de Cuba en la lista arbitraria elaborada por el gobierno de Estados Unidos, que pretende calificar a los países que supuestamente «no cooperan plenamente contra el terrorismo».

Ese nuevo ataque no obedece a razones de seguridad ni a hechos verificables, “es una decisión política, motivada por el afán de castigar la soberanía, perseguir el ejemplo de dignidad de un pueblo que no se ha rendido”, indicó en un comunicado la Cancillería.

Además de desatar más formas de asfixia económica y diplomática contra la Revolución cubana, añadió.

El texto consideró “inaceptable que un país con un historial manchado por guerras, operaciones encubiertas, protección a terroristas confesos y uso sistemático del terror como herramienta de política exterior, se arrogue el derecho de señalar a quienes han sido víctimas directas de esas prácticas”.

Subrayó que Cuba ha resistido durante más de seis décadas un bloqueo brutal y ha respondido con solidaridad, cooperación y compromiso con la paz mundial.

“Su ejemplo incomoda precisamente porque no ha claudicado”, resaltó.

La República Bolivariana expresó su total solidaridad con el Gobierno y el pueblo cubanos, y advirtió que “esta maniobra solo confirma el agotamiento moral y político de una clase política internacional” que, al no poder someter a los pueblos libres, recurre al expediente de la mentira, la criminalización y el castigo colectivo.

Fuente: Agencia Nodal

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