La inminente declaratoria de emergencia se debe al devastador impacto de la minería ilegal y formal, así como a la violencia contra defensores ambientales.
El río Rímac, vital para el abastecimiento de agua de Lima y Callao, se encuentra en una grave crisis ambiental. Recientes análisis químicos en su cuenca alta, específicamente en San Mateo de Huanchor, han revelado niveles alarmantes de arsénico 203 veces superiores a lo permitido, junto con la presencia de plomo, cobre y cadmio.
Esta situación crítica fue denunciada públicamente tras el IV Encuentro Internacional y I Congreso Nacional de Vigilantes y Monitores Ambientales Comunitarios, evento que reunió a representantes de diversas regiones del Perú y de otros países. Mauro Lalangui, presidente de la Coordinadora Nacional de Afectados por Metales Tóxicos, alertó sobre el agravamiento de la contaminación hídrica por la minería (formal, informal e ilegal), que ha dejado más de 6.000 pasivos ambientales registrados, sin contar los no documentados. A esta problemática se suma la violencia contra los defensores ambientales, con 58 asesinatos entre 2012 y 2023, la mayoría en impunidad.
Impacto y Denuncias
Betzabé Vásquez, comunera de San Mateo de Huanchor y representante de la Coordinadora Nacional, reiteró la urgencia de la situación, destacando que, a pesar de presentar los resultados de la contaminación del Rímac al Congreso, no se han tomado medidas. «Hasta la presidenta está tomando hoy agua con metaloides», advirtió, exigiendo la declaratoria de emergencia ambiental para el río.
Victoria Fernández, vocera de la Coordinadora, subrayó la necesidad de proteger cabeceras de cuenca y ecosistemas frágiles, reconociéndolos como sujetos de derecho y zonas protegidas, en línea con el derecho a un ambiente sano consagrado en la Constitución. Asimismo, exigió la remediación de los pasivos mineros y el reconocimiento oficial de los vigilantes ambientales comunitarios. También se denunció la criminalización de estos vigilantes y el debilitamiento de instituciones clave como Senace, ANA y OEFA.
Propuestas y Acciones
Alan Contreras, vicepresidente de la Coordinadora, explicó que los monitores ambientales trabajan de forma voluntaria para alertar sobre la contaminación. Su organización busca formalizarse legalmente para fortalecer su capacidad de prevenir daños en zonas afectadas por actividades extractivas.
Entre las propuestas clave de la Coordinadora se incluye la creación de un sistema de alerta temprana para detectar impactos ambientales y la promoción de políticas públicas que garanticen acceso a agua limpia y alimentación libre de tóxicos. Los participantes del congreso, provenientes de diversas regiones del Perú y países vecinos, se comprometieron a continuar la lucha por la defensa del agua, la vida y los derechos ambientales. Además, no descartan realizar movilizaciones para presionar al Estado peruano a actuar ante esta crisis hídrica.