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viernes, 22 agosto, 2025
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Colombia: Francia Márquez rechaza vínculos con supuesto plan de destitución presidencial

La vicepresidenta Francia Márquez rompió el silencio este sábado sobre las acusaciones que la vinculan indirectamente con un supuesto plan, revelado por el diario El País, en el que el excanciller Álvaro Leyva habría buscado apoyo internacional para derrocar al presidente Gustavo Petro y promover su sucesión.

«Colombia necesita menos divisiones y más altura moral. No permitiré que mi nombre sea utilizado para alimentar intereses particulares ni rencillas», afirmó Márquez en un comunicado, considerado una respuesta directa a los señalamientos.

La funcionaria fue enfática en su compromiso democrático y su lealtad a Petro: «Jamás he traicionado, ni cuestionado la autoridad legítima del primer mandatario de la Nación», sentenció, reiterando que no se prestará para conspiraciones.

Márquez recordó su juramento del 7 de agosto de 2022, destacando su «convicción profunda de que la lealtad a ese compromiso es también la lealtad al pueblo, a la democracia». Subrayó que su «carácter ha sido forjado en la lucha, mi dignidad no se negocia, y mi vocación de servicio no conoce atajos». Afirmó haber expresado disensos cuando fue necesario, siempre desde el respeto y sin romper la unidad del proyecto de Petro.

La vicepresidenta reafirmó su compromiso con el mandato popular y el cambio social: «Ese es mi norte, mi causa, y mi razón de permanecer firme hasta el final del mandato que se me confió. No renunciaré ni a mis principios, ni a mi deber, ni a la esperanza de millones de personas». Concluyó con su frase icónica: «Seguimos trabajando, con el corazón bien puesto, hasta que la dignidad se haga costumbre».

Las revelaciones de El País, que incluyen audios y testimonios, vinculan a Leyva con un plan de desestabilización en coordinación con figuras de la extrema derecha estadounidense. En las grabaciones, Leyva habría sugerido que Márquez podría asumir el poder mediante una «transición» pactada con sectores políticos, económicos y armados.

Tras el reportaje y el comunicado de Márquez, varios ministros del Gobierno Nacional expresaron su respaldo a Petro y denunciaron la gravedad de la supuesta conspiración de Leyva.

La canciller Laura Sarabia calificó a Leyva de «ruin y miserable», acusándolo de conspirar contra la institucionalidad por «ambición desmedida». El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, cuestionó: «¿Quién es el gran titiritero detrás de la marioneta?». La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, advirtió que buscar intervención extranjera y fraccionar la nación «constituyen delitos contra la Patria».

Diana Marcela Morales, ministra de Comercio, calificó el actuar de Leyva como «una afrenta a la soberanía, al mandato popular y al orden constitucional». Antonio Sanguino, ministro de Trabajo, tildó las conductas de Leyva de «suma gravedad» y «traición a la patria». El ministro de Minas, Edwin Palma Egea, lamentó que «quien fuera defensor de la paz se convirtió en conspirador», reiterando su apoyo a Petro. La ministra de Vivienda, Helga María Rivas, consideró el actuar de Leyva una traición. Finalmente, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, expresó su desconcierto ante la fortaleza de Petro, denunciando que Leyva «urdía un golpe de Estado con gobiernos extranjeros, paramilitares y políticos locales».

El presidente Gustavo Petro calificó este domingo la supuesta trama de su excanciller Álvaro Leyva para sacarlo del poder como «un acto de venganza bárbaro y canalla». Reconoció haberlo nombrado «sin ningún cálculo político» al creer en su «genuina vocación de paz».

«Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva, y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón», escribió Petro en X.

El mandatario respondió así al artículo de El País que reveló que Leyva, su primer canciller y quien lo ha acusado de adicción a las drogas, buscó apoyo en círculos republicanos de Estados Unidos para derrocarlo. Leyva, un político conservador de 82 años, fue mediador en procesos de paz y fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores en 2022.

«Le di el puesto de canciller a Leyva porque pensé sin ningún cálculo político que se lo merecía al final de su vida», admitió Petro. «Pensé engañado que tenía una genuina vocación de paz… Hoy conociéndolo personalmente, creo que también buscaba otras cosas con la paz, menos santas».

Petro sugirió que la supuesta venganza de Leyva se debe a su suspensión por la Procuraduría por problemas con un contrato de pasaportes. «Estoy convencido de que el proceso de licitación de los pasaportes en la Cancillería estaba impregnado de corrupción desde sus inicios», afirmó.

La salida de Leyva del gobierno fue seguida por cartas públicas donde hablaba de la supuesta adicción de Petro, lo que, según El País, Leyva consideraba el primer paso para sacarlo de la Presidencia. Petro también expresó su disgusto por la presencia constante de Jorge Leyva, hijo del excanciller, en sus giras internacionales, a quien no le dio un puesto en el gobierno. «Su hijo no tenía por qué seguirnos en nuestras giras, no estaba bien, parecía un ‘lobbista’ de negocios aprovechando el cargo público de su padre», agregó.

Una fuente estadounidense dijo a El País que Leyva «contaba con evidencias de que Petro no podía seguir ejerciendo el cargo», y que la «ayuda de los americanos era muy importante». Según el diario, Leyva mencionó en una grabación una reunión con «un tipo de primera fila: Mario Díaz-Balart», aunque la Casa Blanca nunca consideró el plan de «presión internacional» contra Petro.

El País también accedió a audios donde Leyva, hablando con una persona no identificada, se refiere a la crisis de seguridad en Colombia y al clima preelectoral de 2026, sugiriendo un «gran acuerdo nacional» que incluiría a la guerrilla del ELN y bandas criminales. También mencionó la posibilidad de buscar apoyo de políticos como el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, expresó en X que «quien pretenda o actúe de manera ilegal contra el Presidente de la República o contra las instituciones legalmente constituidas, está atentando directamente contra nuestra Nación».

En relación con el escándalo de Leyva, Sánchez manifestó: «no toleraremos ni permitiremos cualquier intento de conspiración contra nuestra nación. Defenderemos, con todas nuestras capacidades y determinación, la soberanía, la independencia, la integridad territorial y el orden constitucional».

El ministro confió en la Rama Judicial «para que actúe con la firmeza que exige la ley frente a quienes pretendan fracturar el orden constitucional» e invitó a la ciudadanía a la cohesión y a informar cualquier hecho que anticipe intentos de desestabilización.

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