La creciente ola de inseguridad en la asociación María Claret, distrito de Ate, ha alcanzado un punto crítico. A pesar de las numerosas y reiteradas denuncias presentadas por los vecinos ante las autoridades municipales, la Policía Nacional del Perú (PNP), e incluso difundidas a través de redes sociales, la presencia de elementos de mal vivir en el pasaje 4 persiste, sembrando el miedo y la zozobra en la comunidad.
Lejos de remitir, la situación se agrava con ataques directos a las viviendas, como el ocurrido la noche del último martes, alrededor de las 11:00 p.m.
El escalofriante instante quedó registrado por la cámara de seguridad de uno de los inmuebles. En las imágenes se observa con nitidez cómo un individuo desconocido se aproxima sigilosamente a la fachada y lanza una piedra con fuerza impactando la ventana del segundo piso.
El proyectil destrozó los vidrios del cuarto donde descansaban una madre y su pequeño hijo, poniendo en grave riesgo su integridad física y generando una profunda angustia en la familia y en toda la vecindad.
Este acto vandálico no es un hecho aislado. En diálogo con RPP, los residentes de María Claret expresaron su profunda frustración y temor ante la aparente inacción de las autoridades. Han documentado y denunciado en múltiples ocasiones la presencia de individuos sospechosos, presuntos delincuentes que perturban la tranquilidad del barrio. Sin embargo, sus llamados de auxilio parecen caer en saco roto, permitiendo que la situación se deteriore progresivamente.
Los vecinos interpretan estos ataques como actos de amedrentamiento orquestados por los malvivientes con el objetivo de silenciar sus quejas y perpetuar su accionar delictivo en la zona. La impunidad con la que operan estos individuos genera un sentimiento de indefensión entre los residentes, quienes temen por su seguridad y la de sus familias.
Mario, el vecino cuya vivienda fue atacada, hizo un llamado desesperado al alcalde de Ate, Franco Vidal, para que tome cartas en el asunto de manera urgente. Exigió que se atiendan de inmediato los reclamos vecinales y solicitó una reunión con los residentes para coordinar acciones concretas.
Asimismo, instó al burgomaestre a gestionar de manera prioritaria la presencia constante y efectiva de efectivos del Serenazgo en la zona. Resulta alarmante que este reciente acto de violencia haya ocurrido a tan solo ocho cuadras de la Municipalidad de Ate, evidenciando la cercanía de la amenaza y la aparente falta de respuesta oportuna.
«Ha venido, pero no ha habido respuesta efectiva. Las personas de mal vivir siguen viniendo y siguen viniendo. Este ataque es constante. Los vecinos están frustrados por todo eso que está pasando», lamentó Mario, reflejando el sentir de una comunidad que se siente abandonada y desprotegida ante la creciente inseguridad que azota su barrio. La pregunta que resuena entre los vecinos de María Claret es clara: ¿cuándo dejarán de ser víctimas y cuándo las autoridades tomarán medidas contundentes para garantizar su seguridad y tranquilidad?
