Los habitantes de Kiev fueron despertados este martes por el estruendo de defensas aéreas, impactos de misiles y el sonido de ametralladoras derribando drones kamikaze Shahed. Un nuevo y masivo ataque ruso contra varias regiones de Ucrania dejó 15 muertos en la capital y cobró otra vida en el puerto de Odesa.
El ataque se produjo mientras se desarrollaba en la provincia canadiense de Alberta una cumbre del G7, a la que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, asistía como invitado. Tenía previsto reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump, para intentar convencerlo de que imponga sanciones a Rusia y así detener la guerra.
“Estos ataques son puro terrorismo. Y el mundo entero, Estados Unidos y Europa, deben responder por fin como una sociedad civilizada responde a los terroristas”, escribió Zelenski en sus redes sociales. Sus planes de reunión con Trump se vieron frustrados, ya que el presidente estadounidense se retiró anticipadamente de la cumbre para abordar la guerra entre Irán e Israel en Oriente Medio.
El presidente ucraniano explicó que su administración está en contacto con todos sus socios “a todos los niveles posibles” para lograr una respuesta “adecuada” a este nuevo ataque ruso. Según el ministro de Exteriores de Kiev, Andrí Sibiga, el ataque solo busca “hacer que los líderes del G7 parezcan débiles”.
Zelenski también tenía la intención de abordar con Trump la posibilidad de que Ucrania comprara a EE.UU. las defensas aéreas y otro armamento necesario para proteger su territorio. La administración de Trump no ha aprobado ningún nuevo paquete de armamento para Ucrania desde su llegada al poder, y Kiev sigue sin respuesta a su oferta de pagar por las armas que recibía gratuitamente bajo la presidencia del demócrata Joe Biden.
Rusia empleó en su ataque nocturno contra Ucrania 440 drones y 32 misiles, incluyendo dos misiles hipersónicos Kinzhal, un misil antirradar Kh-31 y numerosos misiles de crucero.
La Fuerza Aérea ucraniana interceptó 26 misiles y neutralizó 239 drones. Según el parte militar, hubo impactos directos en 10 emplazamientos, y los restos de los misiles y drones derribados cayeron en otras 34 localizaciones.
Uno de los impactos en Kiev causó el colapso de varios pisos en un bloque de viviendas cerca de una zona industrial en el oeste de la capital. Equipos de rescate continuaban las labores de desescombro al mediodía. La onda expansiva y la metralla dañaron fachadas de numerosos negocios y apartamentos en los alrededores. Una gran columna de humo seguía elevándose horas después del ataque desde el perímetro industrial.
Más de un centenar de personas resultaron heridas en los ocho distritos de Kiev afectados por el bombardeo.
Otro objetivo del ataque ruso fue el puerto de Odesa, en el sur de Ucrania. El ataque también afectó zonas de las regiones de Zaporiyia, Cherníguiv, Zhitómir, Kirovograd y Mikoláyiv. “Por desgracia, bajo los escombros se encontró el cuerpo sin vida de una mujer de 60 años”, escribió en su cuenta de Telegram el gobernador de la región de Odesa, Oleg Kiper, quien informó de 17 heridos en su jurisdicción.
