El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró «gravemente alarmado por el uso de la fuerza de Estados Unidos contra Irán hoy», advirtiendo que «no hay solución militar» que pueda sustituir a la diplomacia.
Guterres afirmó en un comunicado urgente que «esta peligrosa escalada en una región que ya está en el filo es una amenaza directa a la paz internacional y la seguridad». Esto lo dijo al mismo tiempo que Donald Trump reivindicaba la necesidad de ese ataque contra tres sitios nucleares iraníes.
«En esta hora tan peligrosa, es crítico que evitemos la espiral del caos», subrayó Guterres, recordando el «riesgo creciente de que este conflicto rápidamente se vaya de las manos, con consecuencias catastróficas para los civiles, la región (de Medio Oriente) y el mundo».
Por ello, hizo un llamado a todos los estados miembros de la ONU a obrar por la desescalada y a «respetar sus obligaciones bajo la carta fundacional de la ONU y las demás reglas de la ley internacional», sin dar más especificaciones.
Fuentes de la presidencia del Consejo de Seguridad aseguraron que hay movimientos diplomáticos para forzar una reunión urgente del Consejo este mismo domingo. Sin embargo, será imposible que el Consejo vote una reunión o consensúe siquiera una declaración común, dado el derecho de veto con el que cuenta Estados Unidos en toda votación.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avisó a Irán en su mensaje a la nación que «si la paz no llega pronto», tras el ataque estadounidense a sus principales instalaciones del programa nuclear, «iremos por esos otros objetivos, con precisión, velocidad y destreza».