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jueves, 5 junio, 2025
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Argentina: A 10 años de la primera movilización para decir Ni Una Menos, organizaciones feministas y transfeministas salen a las calles

Ni Una Menos con toda la fuerza

A 10 años de la primera movilización que sacó a la calle el grito de «Ni Una Manos», este martes el movimiento de mujeres y diversidades vuelve a marchar para exigir respuestas por una vida libre y sin violencias, para defender las conquistas y luchar contra los retrocesos, la precarización y el ajuste. El observatorio Mujeres, Disidencias Derechos, de Mumalá registró que desde el 1° de junio de 2015 hasta el 30 de mayo de 2025 hubo 337 muertes violentas de mujeres en la provincia de Santa Fe, de las cuales 219 fueron femicidios íntimos y 118 feminicidios en contexto de economías delictivas.

Los registros de la última década dan cuenta de más de 2500 femicidios en el país. Los nombres de cada una de las víctimas, como el de Chiara Páez en 2015, serán bandera en un nuevo 3J con exigencias para todos los niveles del estado. La convocatoria de la Asamblea Lesbotrasfeminista Rosario es para mañana, a las 17 en la plaza 25 de Mayo, desde donde partirá la movilización hacia la plaza San Martín para leer el documento conjunto que engloba las demandas, reclamos y denuncias.

Hace un década, en mayo de 2015, el femicidio de Chiara -de 14 años-, en Rufino, marcó un antes y un después. «Es central pensar en cómo llegamos hasta acá y tiene que ver con que en 2015 el grito fue muy claro. El Ni Una Menos, ante el femicidio de Chiara Páez, expresó cansancio, hartazgo, impotencia, angustia, frente a muchos años de violencias estructurales y de silencios cómplices. La movilización del 3J -que en Rosario se hizo en el Monumento Nacional a la Bandera- unió generaciones, organizaciones, sindicatos, movimientos sociales y sobre todo a muchas y muches que nunca habían marchado, por eso la bronca produjo organización, y desde allí fue un punto de inflexión en el feminismo argentino, latinoamericano y en el mundo, porque lo hizo masivo, transversal y profundamente político. Se instaló en la agenda de derechos humanos, transfeminismos y denunció todas las violencias que veníamos y que venimos transitando hace mucho tiempo», sostuvo Majo Poncino, de Ni Una Menos Rosario, Mujeres Evita e integrante de la Asamblea Lesbotransfeminista.

Desde entonces, agregó, «durante estos años hubo muchos avances, pero hoy nos encontramos con claros retrocesos en términos de derechos. Logramos avanzar estos diez años, pero hoy estamos ante un ajuste económico profundo, ante una miseria planificada, donde predomina el hambre en nuestras barriadas, donde la violencia machista se profundiza».

«El desguace del estado también impacta directamente sobre nuestras vidas. Hay un crecimiento de los discursos de odio, de crueldad, y hay una justicia que tiene un poder de generar respuestas ante las situaciones de violencia denunciadas, que sigue siendo clasista, revictimizante, patriarcal», siguió Poncino.

«Hoy, ante un avance de la derecha que también se forma sobre la base de un sistema patriarcal fascista, el presidente de la Nación y su proyecto político, el que ejerce mayor grado de violencia sobre nuestro pueblo reproduciendo esas prácticas y discursos de odio, violencia y crueldad, seguimos en un claro rol de defensa, de defender lo que logramos con el cuerpo, con la organización, con la lucha, tejiendo redes, estrategias y que eso, de cara a lo que viene y reflexionando sobre esta fecha, nos convoca a diferentes desafíos».

Organización popular
En ese sentido, apuntó a «sostener y profundizar la unidad en la diversidad del movimiento lesbotransfeminista, de combatir esta avanzada de la derecha, con organización popular, de luchar contra esta feminización de la pobreza y esta precarización que estamos teniendo de nuestras vidas. Debemos pensar nuestras formas organizativas, una agenda más interseccional, federal, plurinacional, antirracista».

«Tenemos que encontrar la forma de despatriarcalizar la democracia, con mayor participación política, encontrar los mecanismos donde las voces de todas y de todes sean escuchadas y sobre todo poder pensar para adelante cómo seguimos construyendo en resistencia y cómo le hacemos frente a esta derecha que nos quiere erradicar».

Para Poncino, este 3J convoca también a construir y reconstruir en comunidad, frente a un individualismo que quiere sobreponerse, de fortalecer esas redes de cuidado, de la economía popular. No solamente el gobierno de Milei, sino la provincia y en la municipalidad no están teniendo definiciones políticas concretas, ni presupuestos para poder responder a las demandas del movimiento, pero sobre todo para resolver los problemas que tiene hoy la gente, que tienen que ver con trabajo, salud, educación y una vida libre de violencias».

«Hartas»
Liliana Leyes, de ATE Rosario y la Asamblea Lesbotransfeminista, recordó lo que sucedía hace una década. «Hartas salimos en todo el país a ocupar las calles y las plazas al grito de Ni Una Menos». A diez años de aquel día, indicó: «Hoy las estatales somos afectadas directamente por los despidos, la reducción salarial, el cierre de áreas estratégicas, los aprietes por parar, el cercenamiento del derecho a huelga, el procesamiento y la represión estatal. A esto se suma que 9 de cada 10 mujeres no se podrán jubilar por el fin de la moratoria».

En esa línea, señaló: «A 10 años, las trabajadoras estatales estamos sumamente afectadas por las políticas de crueldad de estos gobiernos, pero fortalecidas resistiendo en unidad con el movimiento de Mujeres y Disidencias Sexogenéricas porque hoy más que nunca vivas nos queremos».

«El ajuste es violencia»
Gabriela Sosa, directora ejecutiva de la organzación Mumalá, advirtió que «el ajuste brutal del gobierno de Milei desmantela las herramientas que conquistamos con años de lucha, incumple con esto las normativas vigentes en el orden nacional e internacional con rango constitucional. Siempre reclamamos la necesidad de más presupuesto, de mayores recursos, hoy lo poco que había fue eliminado. Los gobiernos provinciales y municipales tienen la obligación de reemplazar urgente las herramientas de prevención y asistencia para evitar más muertas».

Datos que duelen
El observatorio Mujeres, Disidencias Derechos, de Mumalá registró que desde el 1 de junio de 2015 hasta el 30 de mayo de 2025, hubo 2.589 femicidios, femicidios vinculados y trans/travesticidios en la Argentina. En el mismo período, en Santa Fe, hubo 337 casos -219 femicidios íntimos y 118 feminicidios en contexto de economías delictivas-.

«Detrás de cada caso hay una vida truncada, una familia devastada y un Estado ausente», sostiene el informe. Por eso, «a una década de la histórica movilización del 3 de junio de 2015, cuando millones alzamos la voz bajo la consigna #NiUnaMenos», desde la organización expresaron que «la violencia machista persiste y se agrava. Hoy, más que nunca, denunciamos que el brutal ajuste económico implementado por el gobierno de Javier Milei profundiza la desprotección y la precarización de nuestras vidas. Los datos son claros, y cada número es una tragedia que duele».

Entre otros datos, el informe agrega que en la misma década, «2.788 niñas, niños y adolescentes quedaron huérfanos» en el país.

Con todo, desde la organización exigieron «la declaración de emergencia nacional Ni Una Menos, la restitución de políticas nacionales, el reemplazo de las eliminadas por políticas provinciales y municipales».

Y convocaron: «Este 3 de junio, como hace 10 años, salimos a las calles con la misma fuerza, con más rabia, pero también con más convicción que nunca. ¡Ni una menos por el ajuste y la violencia machista! ¡Vivas, libres y sin miedo nos queremos!».


3J: A DIEZ AÑOS DEL PRIMER «NI UNA MENOS», VOLVEMOS A LAS CALLES

A diez años de aquel grito colectivo que nos unió el 3 de junio de 2015, volvemos a las calles, a las plazas, a las Escuelas, para renovar el compromiso que asumimos entonces.

A lo largo de este recorrido, hemos tendido puentes para acercar a nuestrxs afiliadxs y a la Comunidad Educativa a una comprensión más profunda de lo que implica, socialmente, la violencia por razones de género y sus consecuencias en la vida cotidiana.

En este proceso, construimos y deconstruimos nuestras formas de expresarnos. Palabras como patriarcado, misoginia y femicidio llenaron de sentido nuestros debates y guiaron nuestras acciones en pos de la valoración de las mujeres en la historia. Reafirmamos así los derechos de niñas, niños, niñes y jóvenes a vivir una vida libre de violencia y acompañamos a las mujeres adultas y adultas mayores en sus procesos de salida de situaciones violentas.

Con la fuerza de una demanda también colectiva, garantizamos que exista una licencia para quienes atraviesan situaciones de violencia por razones de género.

Aunque cuestionada por sectores conservadores, la política gremial de nuestra Organización demuestra la transversalidad de la perspectiva de género: la defensa y plena implementación de la Educación Sexual Integral (ESI), el respeto a las identidades de género y la ampliación de licencias por cuidados parentales con equidad e igualdad.

Nada de esto hubiera sido posible sin el debate, la organización y la fuerza colectiva.

Hoy alzamos nuestras voces para denunciar y rechazar el desmantelamiento de las políticas públicas con perspectiva de género y diversidad por parte del Gobierno Nacional. Por eso, junto a Organizaciones y movimientos sindicales, sociales, políticos, feministas y transfeministas, reafirmamos con convicción que la lucha es colectiva.

¡Vivas, libres, con trabajo, vivienda y salud nos queremos!

Fuente: Agencia Nodal | Página 12 | SUTEBA

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