El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó este viernes un indulto al polémico alguacil Joe Arpaio quien había sido condenado por su insistencia en cazar inmigrantes indocumentados, principalmente de origen latino.
«El alguacil Joe Arpaio tiene 85 años, y tras más de cincuenta años de admirable servicio a la nación, es un candidato digno de un perdón presidencial», indicó la Casa Blanca en un comunicado. La decisión inmediatamente provocó reacciones negativas de la oposición demócrata y activistas, que acusaron a Trump atizar las divisiones en el país.
La presidencia justificó que la «vida y carrera de Arpaio, que comenzó a los 18 años cuando se hizo voluntario del ejército al principio de la Guerra de Corea, encarna al servicio público desinteresado». El alguacil fue condenado a finales de julio por haber violado el mandato de un juez federal que prohibió sus patrullas discriminatorias.
Durante una manifestación el martes con sus partidarios en Phoenix, Arizona, el presidente republicano renunció a hacer público este esperado anuncio, para evitar tensión entre los manifestantes. Trump preguntó a sus simpatizantes que si Arpaio había sido condenado por «hacer su trabajo», y el público le aplaudió.
Sin embargo, dijo que solo había aplazado el anuncio. «No lo voy a hacer esta noche porque no quiero crear controversia», pero «el alguacil puede estar tranquilo», prometió. Las reacciones al indulto del presidente en medio de la amenaza de un huracán potencialmente devastador que se dirigía el viernes por la noche a Texas (sur) no tardaron en llegar. El representante demócrata Raul Grijalva, de Arizona, declaró que «Joe Arpaio no merece el perdón.
Toda su vida se ha conducido como si estuviera por encima de la ley. Ahora Trump le demuestra que tenía razón». Joaquín Castro, otro legislador de Texas, fue más lejos, acusando a Arpaio de «sectarismo dirigido a la comunidad hispana durante años. Él tendría que purgar su pena».
La gran organización de defensa de derechos humanos ACLU estimó por su parte el viernes que el «presidente eligió la ilegalidad en lugar de la ley, la división en lugar de la unidad y el dolor en lugar de la recuperación». Arpaio aplicó durante casi un cuarto de siglo un mantenimiento del orden implacable en el condado de Maricopa, en Arizona.
Este partidario de Donald Trump, que se auto-bautizó como «el alguacil más duro de Estados Unidos», se ganó una controvertida reputación con algunos que veían con recelo sus medidas de selección abiertamente discriminatorias y reclamo a los hispanos.
(Fuente: Andina)