Para una paz digna, Zelenski exige un asiento en la mesa de negociaciones y acciones firmes de sus aliados.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, advirtió que su país no cederá territorio a Rusia. Esta declaración llega horas después de que Washington y Moscú confirmaran una reunión entre sus líderes, Donald Trump y Vladímir Putin, el próximo 15 de agosto.
La alarma en Kiev y otras capitales europeas se encendió tras el anuncio de Trump de que la cumbre buscaría un “intercambio de territorios para beneficio de ambos”, sin dar más detalles. Ante esto, Zelenski respondió en sus redes sociales: “Los ucranianos no entregarán su tierra al ocupante. No pueden tomarse decisiones sin Ucrania, sería una decisión contra la paz”.
Zelenski ha intensificado sus contactos diplomáticos. Este sábado, conversó con el primer ministro británico, Keir Starmer, a quien instó a dar “pasos claros” hacia una paz sostenible. También dialogó con el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la situación.
Mientras tanto, asesores de seguridad nacional de Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido se reunieron en territorio británico para unificar posiciones antes del encuentro entre Trump y Putin. Aunque ha habido tres rondas de negociaciones directas entre Rusia y Ucrania, estas no han logrado avances.
La cumbre y el frente de batalla
La reunión de Alaska, un territorio que Rusia vendió a Estados Unidos en 1867, sería la primera entre ambos presidentes en ejercicio desde 2021. Zelenski ha criticado la ubicación, señalando que está “muy lejos de esta guerra, que se libra en nuestra tierra”. Por su parte, el Kremlin considera la elección “lógica” por su proximidad geográfica y sus “intereses económicos compartidos” en la región.
Mientras las conversaciones diplomáticas continúan, los combates persisten en el frente. En Jersón, un bombardeo ruso contra un autobús civil dejó dos muertos y 16 heridos, mientras que en Donetsk, cuatro personas murieron por ataques. Moscú, por su parte, afirmó haber tomado la aldea de Yablonovka.
Rusia exige la cesión de las regiones parcialmente ocupadas de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, así como Crimea. Además, demanda que Ucrania renuncie a su aspiración de unirse a la OTAN. Ucrania considera estas condiciones inaceptables y exige la retirada total de las tropas rusas.