Fórmula con beneficios probados en laboratorio: combate células cancerosas y previene enfermedades crónicas.
Científicos peruanos han logrado un importante avance en la revalorización de cultivos nativos con la patente de invención de una bebida funcional a base de mashua negra y camu camu. Esta innovación, otorgada por el Indecopi, representa un paso significativo en el ámbito de la salud pública.
Desarrollada por el investigador Óscar Reátegui Arévalo, docente de la Universidad Científica del Sur, esta bebida nutracéutica combina sabiduría ancestral con métodos científicos modernos. El resultado es una formulación con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antitumorales que han sido comprobadas en ensayos de laboratorio. Reátegui explicó que la inspiración surgió del uso tradicional de la mashua como antiinflamatorio para la próstata. La adición de camu camu no solo mejora el sabor, sino que también aporta vitamina C y antioxidantes.
La investigación, que comenzó en 2016 con financiamiento del Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA), utilizó mashua negra de Yunguyo, Puno (variedad TT23, seleccionada por sus propiedades superiores) y camu camu de Pucallpa, conocido por su alto contenido de vitamina C.
Uno de los descubrimientos más relevantes fue la capacidad del extracto de mashua negra para reducir la proliferación de células de cáncer de próstata en experimentos de laboratorio. Aunque se requieren más estudios clínicos para confirmar estos efectos en humanos, estos resultados abren una prometedora línea de investigación en tratamientos funcionales de origen vegetal.
Además de su potencial antitumoral, esta bebida contiene metabolitos bioactivos que contribuyen a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes y afecciones cardiovasculares, lo que realza su valor como alimento funcional con un gran futuro comercial.
El desarrollo de la bebida superó desafíos técnicos como la estandarización del sabor y la estabilidad de los componentes. Tras varias fases de prueba sensorial, los investigadores lograron una formulación agradable al paladar y alineada con las tendencias de nutrición saludable. Se espera que esta bebida llegue al mercado en presentaciones modernas, como «shots» de 100 mililitros, pensadas para facilitar su consumo diario. En el proyecto también colaboró el doctor Iván Karlos Best Cuba y se contó con el apoyo del Inia-Illpa de Puno para el suministro del tubérculo.
Este logro científico no solo impulsa la innovación nacional, sino que también subraya la importancia de revalorizar los cultivos andino-amazónicos. Su comercialización podría generar un impacto económico positivo en las comunidades agrícolas de Puno y Ucayali, fomentando un modelo de innovación arraigado en el conocimiento local.