El Ministerio de Salud (Minsa) realizó acciones de control larvario a un total de 570 669 viviendas y fumigó, en paralelo, otras 116 166 viviendas, a fin de cortar la reproducción y eliminar la presencia del zancudo que transmite el dengue en Lima Metropolitana.
Dichas acciones forman parte del reforzamiento de intervenciones que se realiza en la capital debido a la presencia de casos de esta enfermedad, en un trabajo coordinado con las municipalidades y la comunidad.
La inspección de control larvario consiste en el tratamiento de recipientes donde la ciudadanía almacena agua y el inspector aplica el larvicida piriproxifen, insumo aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, el inspector de salud, a través de la ficha de autoevaluación “10 minutos contra el dengue”, educa a la ciudadanía sobre la identificación y eliminación de potenciales criaderos de zancudos donde se encuentran los huevos, larvas y pupas.
Mientras que la fumigación es una intervención que solo elimina al zancudo en su fase adulta o de vuelo. Antes de la actividad, el Minsa, mediante el perifoneo, recomienda cerrar las ventanas y abrir las puertas, mantener las cortinas recogidas, liberar los espacios donde se desplegará el fumigador. Asimismo, cubrir los alimentos, depósitos con agua, enseres y peceras. La cocina y artefactos deberán estar apagados para evitar accidentes. Todos los integrantes de la familia y las mascotas deben salir del domicilio y permanecer en el exterior por al menos 1 hora.
¿DÓNDE SE REPRODUCE EL ZANCUDO EN LIMA?
Durante las intervenciones se detectaron que los principales recipientes donde se encuentra los huevos y larvas del zancudo están en las viviendas y son: tanques de agua, baldes, plantas acuáticas, bebederos de mascotas, piscinas, bases de agua que se encuentran detrás de refrigeradores, base de floreros, botellas, llantas, latas, juguetes e, incluso, chapas o cáscaras de huevo.
En ese sentido, se exhorta a la población a lavar y tapar correctamente los recipientes donde almacena agua y eliminar los objetos en desuso de los patios y techos de la casa, así como cambiar constantemente el agua de los floreros o utilizar arena húmeda.