“Mama Angélica” nos deja legado de valentía, perseverancia y dignidad

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2012

Seguiremos tu ejemplo; descansa en paz

Angélica Mendoza de Ascarza, “Mama Angélica”, ya no está con nosotros. Falleció en Ayacucho, en el hospital de EsSalud, esta tarde. Fundadora de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados y Desaparecidos del Perú, ANFASEP, levantó su voz por miles de personas desaparecidas en Ayacucho y, posteriormente, por los desaparecidos de todo el país.

Mama Angélica, de origen campesino, quechuahablante, ama de casa, sufrió la desaparición de su hijo Arquímedes. Efectivos militares irrumpieron una noche en su casa y se lo llevaron; literalmente, lo arrancaron de sus brazos. Nunca más se supo de él, salvo un trozo de papel que una persona piadosa le hizo llegar, donde le decía que se encontraba en el cuartel Los Cabitos.

Enfrentando el miedo y el temor que vivía Ayacucho en los años 80, salió a las calles con una humilde cruz de madera con la inscripción “NO MATAR” y fue agrupando centenares de familiares de desaparecidos. Así surgió ANFASEP, cuyo primer reclamo fue “vivos los llevaron, vivos los queremos”.

ANFASEP cobró notoriedad y sus acciones trascendieron el marco nacional. El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel llegó hasta Ayacucho a respaldar la lucha de los familiares. Posteriormente, varias comisiones internacionales hicieron lo propio, investigando, recogiendo testimonios y solidarizándose con las víctimas. Según la ONU, el Perú fue el país con más desaparecidos en el mundo en por lo menos dos ocasiones.

En 1985, en Lima, ANFASEP, representada por Mama Angélica, y 13 organizaciones de derechos humanos, constituyeron la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), la cual asume el conjunto de las reivindicaciones de los familiares de las personas desaparecidas. En 1987, una gran manifestación de familiares de víctimas de Ayacucho atravesó Lima desde Villa El Salvador hasta el Palacio de Justicia. Lima se enteraba de la tragedia.

Más tarde, Richard von Weizsäcker, presidente de Alemania, la invitó a su país y le hizo un homenaje, al lado de los principales defensores de derechos humanos del mundo. En 1992, Alberto Fujimori acusó públicamente a Mama Angélica de ser una “embajadora del terror” en Europa; adujo, falsamente, que el viaje a Alemania había sido financiado por Sendero Luminoso.

Posteriormente, ANFASEP acentuó su demanda de verdad y de justicia, y confluyó con todos los organismos de derechos humanos en el reclamo mayor de constituir una Comisión de la Verdad. Salomón Lerner, presidente de la CVR, diría después que ésta no habría sido posible sin Mama Angélica y ANFASEP.

En los últimos tiempos, afectada en su salud y por su avanzada edad, se vio obligada a retirarse. Su corazón estaba sumamente debilitado. Falleció esta tarde, después de escuchar la condena de los efectivos militares por el caso “Cabitos”, responsables de la desaparición de su hijo. También, precisamente, el día de la conmemoración del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que abrió el camino a la verdad sobre las personas desaparecidas.

Descansa en paz, Mama Angélica. El país entero sabrá, más tarde, reconocer tu valioso testimonio de vida.

Comisión de Derechos Humanos, COMISEDH