“La mesa herida”: el misterio del cuadro de Frida Kahlo que desapareció

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La obra fue vista por última vez en una muestra en Polonia, hace 62 años.

“¿Alguien puede decirnos lo que pasó con el cuadro desaparecido o dónde lo podemos encontrar?, se puede leer en un cartel junto a la foto de “La mesa herida”, de la artista mexicana Frida Kahlo, una obra maestra del surrealismo que desapareció misteriosamente en 1955 en Varsovia.

Inés y Joana Cavaco, dos jóvenes portuguesas, viajaron toda la noche en bus para ver la exposición consagrada a la pintora mexicana y a su marido, Diego Rivera, que fue presentada en Posnania, en el oeste de Polonia, y que estará abierta hasta el 21 de enero.

Allí se expone una réplica de tamaño real del cuadro perdido, de 2,44 metros por 1,21 metros, la pieza de mayores dimensiones jamás pintada por Kahlo, que representa un doble autorretrato donde se ve a la artista sentada detrás de una mesa manchada de sangre, entre un Judas y un esqueleto, que tiene reminiscencias de “La última cena”.

Cerca del cartel, un libro abierto deja un espacio para que los visitantes “entren en la Historia” sugiriendo pistas para encontrar la obra desaparecida.

“Yo escribí que probablemente el cuadro fue destruido o fue robado y vendido en el mercado negro”, declaró a la Ines Cavaco, de 21 años, que estudia en Cracovia.

“Es evidente que está colgado en el salón de alguien”, planteó su hermana Joana, de 23 años, una gran admiradora de la artista que luce también un peinado con flores.

La exposición “Frida Kahlo y Diego Rivera: el contexto polaco” en el centro cultural ZAMEK, un antiguo castillo construido por el emperador Guillermo II y que fue usado después por Hitler, busca destacar los vínculos poco conocidos entre la célebre pareja y Polonia.

Los cuadros exhibidos recuerdan los colores intensos de la paleta de Kahlo y sus ganas de vivir, pese a sus problemas de salud y a las aventuras amorosas de su marido.

Frida Kahlo, conocida por su expresivo rostro y sus atuendos tradicionales, creó la pintura para la Exposición Internacional de Surrealismo, organizada en 1949 en México.

Durante mucho tiempo la obra estuvo colgada en su propia casa antes de que la donara a la Unión Soviética para expresar sus convicciones políticas.

La obra fue enviada como parte de una exposición sobre arte mexicano que recorrió varios países socialistas, pero el cuadro no llegó a salir de Varsovia. Quizás por que mostraba “una representación surrealista absolutamente cruel de la doble Frida”, que iba en contra con el estilo realista del socialismo.

Se estima que en la actualidad la obra alcanzaría un precio de 20 millones de dólares.

En la época, “hubo declaraciones oficiales que decían que el cuadro no era susceptible de ser exhibido, que era horrible, que no valía el dinero destinado a su transporte. Es posible que sus propietarios rusos no quisieran recuperarlo”, planteó la responsable de la exposición.

Para Prignitz-Poda, comisaria de la exposición, que acaba de escribir un libro sobre el tema, la desaparición es muy frustrante porque sólo la mitad de las obras de Kahlo están disponibles al público, ya que las otras fueron destruidas, están perdidas o pertenecen a coleccionistas privados que no las prestan nunca.

“Esta es una de las razones por las que hice la exposición. Quizás un día, alguien en Polonia vio este cuadro en algún lugar”, indicó Helga Prignitz-Poda.

Krzysztof Najbor, un actor de 56 años originario de Zakopane, en el sur del país, viajó 600 kilómetros para admirar las obras. “Estoy feliz de haber podido mirar un poco esta leyenda en original. México está lejos”, declaró.

Pero pese a los consejos de los visitantes, la obra sigue sin aparecer.

“La gente escribe todo tipo de historias divertidas. Que la mesa está en el hospital porque estaba herida, que la tiene Putin o que está debajo de la alfombra en sus casas. Los niños dibujan mapas del tesoro”, contó Anna Hryniewiecka, directora del centro cultural ZAMEK.

Sin ninguna pista válida, sólo queda la esperanza. En la década de 2000 fue encontrado en los depósitos del Museo Pushkin de Moscú el mural de Rivera “Gloriosa victoria”.

(Fuente: Andina)