Vargas Llosa: caso Odebrecht se debe ventilar hasta las últimas consecuencias

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El escritor Mario Vargas Llosa sostuvo hoy que las acusaciones de malos manejos, corrupción y tráficos ilícitos en torno al caso Odebrecht en el Perú, deben “ventilarse hasta las últimas consecuencias” para que los culpables terminen en la cárcel.

En su columna «Piedra de Toque», publicada en el diario El País, refirió que estos cuestionamientos han empañado la gestión de algunos expresidentes que fueron elegidos democráticamente, como Alejandro Toledo y Ollanta Humala.

“Es verdad que, gracias a las revelaciones y denuncias de Odebrecht, la gestión de algunos de los expresidentes de la democracia, como Toledo, primero, y ahora Humala, se ha visto empañada con acusaciones de malos manejos, corrupción y tráficos ilícitos. En buena hora: que todo aquello se ventile hasta las últimas consecuencias y, si ha habido efectivamente delito, que los delincuentes vayan a la cárcel”, precisó.

El premio nobel de Literatura destacó la importancia de la democracia porque al ser un sistema abierto denunciar y sancionar las irregularidades.

“Esas cosas las permite la democracia, un sistema que no libra a los países de pillos, pero permite que sus pillerías sean denunciadas y castigadas. La democracia no garantiza que se elija siempre a los mejores, y, a veces, los electores se equivocan eligiendo la peor opción”, aseveró.

Indulto

Vargas Llosa expresó su posición respecto al tema del indulto a Alberto Fujimori, y dijo que no se debe sacar de la cárcel a un exmandatario que dio un golpe de Estado e instauró una de las dictaduras más corruptas de la historia del Perú.

“Él no ha manifestado jamás arrepentimiento alguno por los asesinatos, secuestros y torturas que ordenó y que se perpetraron durante su dictadura, y tampoco ha devuelto un solo centavo de los varios miles de millones de dólares que sacó al extranjero de manera delictuosa durante su gobierno”, afirmó.

Para Vargas Llosa, un eventual indulto a Fujimori “no ablandaría al Parlamento” y “echaría por los suelos” la imagen del Perú y “lo retrocedería otra vez a la condición de república bananera”.

“Desde que cayó la dictadura fujimorista, en el año 2000, el Perú vive un período democrático que ha reducido la violencia e impulsado su economía de manera notable al extremo de que su imagen internacional, en estos últimos años, ha sido la de un país modelo que atraía inversiones y parecía un ejemplo a seguir por los países del tercer mundo que aspiran a dejar atrás el subdesarrollo”, anotó.

(Fuente: Andina)