Habría que preguntarse cuántos de esos hombres violentos, que agreden salvajemente a sus parejas, madres de sus hijos, ¿No sufren algún problema mental? ¿Quién lo garantiza?
Holanda destina 26 millones de euros al año, en preocuparse de cómo están sus ancianos. La medida incluye una visita anual a las personas mayores de 75 años de cada municipio, además, cada fin de año los niños de primaria, al finalizarla, salen a visitar hogares de ancianos; los de secundaria también participan especialmente en las Cenas Navideñas.
Desde 2013, luego de la creación de la Sustitución del Estado de bienestar por una sociedad participativa, las residencias tradicionales han ido cerrando habitaciones, para que los pensionistas sin problemas motrices, o bien demencia, sean cuidados por familiares, amigos, vecinos o voluntarios. Todos con buena intención y, a veces, poco tiempo. Nadie obliga a nadie. Va el que desea hacerlo y eso es lo bonito, porque es gente que lo hace con amor, con detalles que llenan de ilusión y buenos momentos a los beneficiados.
¿Qué buscan con estos encuentros? Pues, conocer en qué grado los problemas económicos, sociales, políticos, ambientales, hacen mella en ellos. Quieren comprobar, además, “si la soledad ha hecho impacto, o bien empieza a mostrarse, por sus consecuencias, físicas, psíquicas y financieras”, explican fuentes ministeriales. El plan del Ejecutivo involucra desde conductores de autobús a peluqueros, “para que echen un vistazo a pasajeros y clientes, por si los ven taciturnos o con signos de preocupación.
O sea, es una campaña donde todos están involucrados, la sociedad presta inusitada atención a los ancianos para notar su grato de felicidad, atención y orientación.Éstos se sienten importantes, forman parte, están ahí participando y no como un jarrón sino como una persona que opina, comenta y sociabiliza. Se sienten vivas.
La Fundación Nacional para los Ancianos calcula a su vez que unos 200.000 holandeses mayores de 75 años se sienten incluso muy solos, “y muchos se avergüenzan de ello”, según Corina Gielbert, su directora. Cuando se anunció el plan de Sanidad, ella dijo que “el tabú es cada vez menor, pero hay quien creen que si te sientes solo es culpa tuya; por eso esta iniciativa gubernamental es estupenda”.
En Holanda, las estadísticas son entre 75 y 85 años, el 50% se siente solo y a partir de los 85 años sube al 60 %o más –
En el Perú debemos estar en cifras muchos mayores con proyecciones a seguir elevándose. No tenemos una política de salud mental. El Sis no cubre esta necesidad. Nadie se preocupa si se sienten bien de la cabeza, cómo están sus reacciones físicas, su sistema nervioso.
Cientos sufren de esquizofrenia y ni enterados están. En Piura los Hermanos de San Juan de Dios conducen un hospital creado especialmente para enfermos mentales de Piura y Tumbes, del cual tuve que ver en sus inicios. Es insuficiente. Y como que las autoridades prefieren mirar a otro lado menos conflictivo. Habría que preguntarse cuántos de esos hombres violentos, que agreden salvajemente a sus parejas, madres de sus hijos, no sufre algún problema mental? ¿Quién lo garantiza?
En Holanda, se invierte dinero para saber cómo se encuentran los ancianos. Aquí, somos solo un número estadístico.