Los equipos de emergencia controlan las llamas en cuatro de siete estructuras; el operativo de extinción cuenta con el trabajo constante de casi 900 bomberos.
Hong Kong enfrenta su peor desastre por incendio en las últimas tres décadas, con un saldo que asciende a 44 fallecidos, más de 80 heridos y al menos 279 desaparecidos, según las últimas cifras difundidas por los servicios de emergencia.
El siniestro, que se inició el miércoles, ha devastado siete de los ocho bloques de 31 plantas que componen el complejo residencial Wang Fuk Court, ubicado en el distrito de Tai Po.
Propagación rápida y despliegue de emergencia
El fuego, que comenzó en uno de los bloques, se propagó con una rapidez extrema. Esta propagación fue alimentada por los materiales utilizados en las obras de rehabilitación exterior de los edificios, que incluían andamios de bambú cubiertos con mallas de seguridad, lonas impermeables y planchas de poliestireno expansivo.
La gravedad del evento obligó al Departamento de Bomberos a elevar la alarma del nivel 1 al máximo, grado 5, en apenas cuatro horas, un nivel que solo se había activado en dos ocasiones previas en la historia reciente de Hong Kong.
El director de los Bomberos, Andy Yeung, señaló que el poliestireno y las lonas actuaron como acelerantes, dispersando las llamas de manera vertical y horizontal a través de pasillos y fachadas.
Hasta el momento, los incendios han sido controlados en cuatro de los siete edificios afectados. Casi 900 efectivos están desplegados, avanzando piso por piso en las labores de extinción y búsqueda, con el apoyo de cuatro plataformas aéreas y 26 equipos especializados.
Detenciones por homicidio imprudente y emergencia sanitaria
La magnitud de la tragedia obligó a la Autoridad Hospitalaria de la ex-colonia a activar el protocolo de emergencia mayor en nueve centros médicos. Hasta la medianoche, 81 personas habían sido trasladadas a hospitales, de las cuales 45 se encuentran en estado grave o crítico. Tres hospitales —Prince of Wales, Alice Ho Miu Ling Nethersole y North District— han recibido refuerzos especiales en sus unidades de quemados.
En la madrugada del jueves, agentes de la Región Norte de Nuevos Territorios detuvieron a tres personas relacionadas con la empresa contratista Prestige Construction & Engineering Co Limited, acusadas de homicidio imprudente: dos directores y un consultor de ingeniería.
La superintendente principal Eileen Chung indicó que la policía tiene indicios de que la negligencia grave de los responsables facilitó la rápida extensión del fuego y el elevado número de víctimas.
Reacciones política y esfuerzos de alto nivel
Ante la catástrofe, el presidente chino, Xi Jinping, emitió un comunicado a través de la cadena estatal CCTV expresando sus condolencias y ordenando «esfuerzos totales» para minimizar las pérdidas humanas y materiales.
El jefe del Ejecutivo de Hong Kong, John Lee, visitó el Hospital Prince of Wales y el centro comunitario habilitado para los afectados. Lee anunció la paralización inmediata de toda la campaña pública de las elecciones al Consejo Legislativo, previstas para el 7 de diciembre, afirmando que la prioridad es controlar el incendio y apoyar a los damnificados.
Las autoridades han prometido inspeccionar los materiales de andamiaje para verificar su cumplimiento con la normativa ignífuga y realizarán inspecciones inmediatas en obras similares en toda la región. Esta catástrofe supera en víctimas mortales al incendio del edificio comercial Garley en 1996, que dejó 41 fallecidos y era, hasta ahora, el peor siniestro en tiempos de paz.
