Tras la renuncia de Adrianzén, Arana tomará las riendas del gobierno
En un mensaje a la Nación emitido este martes 13 de mayo, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, anunció su renuncia irrevocable al cargo. La decisión se produce un día antes del debate de una moción de censura en su contra en el Congreso, en medio de una creciente desaprobación ciudadana y cuestionamientos a su gestión.
“Sería imposible enumerar ahora los logros alcanzados a lo largo de este tiempo. Solo me queda indicar que todo ha sido posible por el gran equipo que conformamos bajo su liderazgo”, expresó Adrianzén en su alocución, sin hacer referencia directa a las razones políticas que precipitaron su salida.
La renuncia de Adrianzén marca el fin de una gestión de poco más de un año, iniciada en marzo de 2024 tras la dimisión de Alberto Otárola. Durante su mandato, enfrentó múltiples crisis, incluyendo una ola de inseguridad ciudadana y críticas por su manejo de las protestas sociales. En octubre de 2024, ante cuestionamientos por la creciente violencia, llegó a ironizar: “Si dando un paso al costado no hay muertos, yo renuncio”.
La desaprobación hacia su gestión alcanzó niveles históricos. En noviembre de 2024, fue abucheado por la población durante un discurso en Huancayo al mencionar a la presidenta Dina Boluarte . Según encuestas de la época, su aprobación se situaba en apenas un 6%, con un rechazo del 81%, la cifra más baja para un titular de la PCM en los últimos 13 años.
Adrianzén, abogado cusqueño de 58 años, cuenta con una amplia trayectoria en el sector público. Fue ministro de Justicia y Derechos Humanos en 2015 durante el gobierno de Ollanta Humala, cargo al que renunció tras una interpelación en el Congreso. Posteriormente, se desempeñó como representante del Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
En reemplazo de Adrianzén, el Ejecutivo designará como nuevo presidente del Consejo de Ministros a Eduardo Arana, quien hasta ahora se desempeñaba como ministro de Justicia. Su nombramiento busca asegurar la continuidad del gabinete en medio de un escenario político fragmentado y un clima de creciente malestar ciudadano.
