Estrellas sudamericanos generan polémicas en la Superliga China

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La Superliga china alcanza este fin de semana el ecuador de la competición y varios futbolistas sudamericanos, grandes atracciones del campeonato tras haber recalado en el gigante asiático mediante traspasos millonarios, copan los titulares por su mal comportamiento más que por su fútbol.

El futbolista brasileño Oscar fue suspendido ocho partidos por provocar una pelea durante el partido de la Superliga China que su equipo, el Shanghai SIPG, disputaba contra el Guangzhou R&F.

Carlos Tevez fue sorprendido en Disneyland el mismo día en que se perdió un partido importante por estar lesionado, con el consiguiente enfado de los hinchas de su equipo, el Shanghai Shenhua, que además le acusan de falta de implicación.

El delantero brasileño Hulk, por su parte, está siendo investigado por la federación del país asiático tras el supuesto altercado que protagonizó con un miembro de un club rival. Mientras, el argentino Ezequiel Lavezzi tuvo que negar cualquier intención racista tras la publicación de unas fotos en las redes sociales en las que imita los ojos rasgados.

El peor parado de momento es Oscar, que el 18 de junio lanzó de manera deliberada y hasta en dos ocasiones el balón contra los futbolistas oponentes en el choque de alto voltaje que ambas escuadras protagonizaron el pasado domingo. Los futbolistas del Guangzhou R&F le rodearon para increparle y cuando el brasileño cayó al suelo comenzó una multitudinaria pelea.

La asociación de fútbol de China (CFA en sus siglas en inglés) impuso suspensiones para cuatro futbolistas, incluido Oscar, que además tendrá que pagar una multa de 40.000 yuanes (6.000 dólares).

El centrocampista, de 25 años, es uno de los jugadores más talentosos del campeonato chino y llegó a su actual equipo a cambio de 60 millones de euros.

Su prestigio no le ha servido para evitar la sanción de la CFA, organismo que además le culpa de haber sido él quien, al filo del descanso, desencadenó la trifulca.

El caso del ‘Apache’ es distinto. Él no se enfrenta a ninguna sanción, pero no ha sabido ganarse el cariño del público, que le afea su falta de compromiso. Estas críticas empiezan a afectar además a su entrenador, el uruguayo Gustavo Poyet, que le ha defendido en público e insiste en su titularidad.

– «Altas expectativas» –

Otro argentino que navega en aguas turbulentas es Lavezzi. El exjugador del París Saint-Germain, que llegó a China el año pasado, estuvo en el centro de la polémica por unas fotos en las que posa sonriente y estirándose los ojos con los dedos para que parezcan rasgados.

«El club habló de este asunto con el jugador, nos aseguró que no tenía ninguna intención racista en su gesto, y se disculpa de todo corazón por las molestias que su gesto pueda haber provocado», afirmó la entidad de la primera división china en un comunicado.

Según Lavezzi, las fotos tomadas durante una sesión publicitaria a principios de año eran «desenfadadas» y «en broma».

En la red social Weibo, el Twitter chino, las fotos fueron duramente criticadas por varios internautas. Algunos llegaron a pedir incluso que Lavezzi fuera sancionado o incluso excluido del campeonato chino.

Por último Hulk, compañero de Oscar en el SIPG y que, como su compatriota, sí ha conseguido rendir a un buen nivel -como demuestran los nueve tantos que ha convertido- fue acusado de empujar al técnico asistente de un equipo rival y de proferir, ya en el túnel de vestuarios, comentarios racistas contra los jugadores locales.

«Creen que no necesitan ni entrenar ni disciplina como el resto de jugadores, solo porque cuentan con más experiencia y un mayor salario», sostiene Yang Qinnong, de 25 años, hincha del SIPG.

Unas postura que refrenda otro aficionado, Fang Hui, que además lamenta que los seguidores chinos «teníamos mayores expectativas con respecto a los futbolistas extranjeros»

 (Fuente: Andina)