Después de 16 años de esfuerzo, perseverancia y amor por la repostería, Elizabeth Du Bois celebró la inauguración de su primera tienda física: Dulce Perú, un espacio que promete deleitar los paladares con lo mejor de la tradición dulce peruana.
Lo que comenzó recorriendo diversas provincias del país hoy toma forma en un local que combina la calidez del hogar con los sabores auténticos del Perú. Desde picarones, suspiro a la limeña, mazamorras, arroz con leche, ranfañote hasta guargüeros, la tienda se convierte en una embajada de la dulzura, ubicada en el distrito de Miraflores.
“El peruano es dulcero, nosotros damos historia y tradición, no moda. Cuento con un equipo que, en cada preparación, sabe que debe entregar cariño y corazón. Siempre digo: si lo pruebas y no te gusta, no lo pagues. Cuando llegas, hueles o pruebas algo que te hace recordar a tu abuela o a tu mamá, eso es calor de hogar”, explica.
La historia de Dulce Perú es también la historia de una mujer que nunca dejó de creer en el poder de la tradición y en la magia de los sabores que conectan generaciones. Durante más de una década, Elizabeth trabajó incansablemente, perfeccionando recetas heredadas de su familia, logrando conectar con el paladar moderno sin perder la esencia que las hace únicas.
“Esto nace desde que era muy chiquita. Mi abuela materna fue criada en un convento de Lima, donde la ilustraron en cocina y bordado. Eso hacían con las primeras hijas mujeres en la Lima de antes. Cuando ella se casó, transmitió esas tradiciones a mi mamá y a mis tías, quienes luego me las compartieron a mí”, comenta.
La apertura de la tienda marca un antes y un después en su trayectoria, ofreciendo ahora un espacio donde los clientes pueden disfrutar de sus postres favoritos, los mismos que antes solo se ofrecían durante la Semana del Dulce Peruano, que se celebra cada cuarto sábado de abril.
“Este año se desarrollará en San Borja, los días 25, 26 y 27 de abril. Existen fechas para conmemorar otros platos peruanos, pero esta es una buena oportunidad para homenajear a y conocer más sobre las historia de postres peruanos”, añade.
Dulce Perú no solo busca vender postres, sino contar historias a través de cada bocado, manteniendo vivas las tradiciones que forman parte del alma del Perú. Y ahora, con la inauguración de su tienda, Elizabeth espera seguir conquistando corazones, uno a uno, con el sabor de sus raíces.
“Deseo que no se pierdan las tradiciones, que los jóvenes digan quiero un ranfañote, y no pregunten ¿qué es eso?”.
