Composición Perú Informa
Por Sofía Saturno
Cada 21 de noviembre se celebra esta efeméride que promueve la paz, la comunicación y la convivencia a través de un acto cotidiano.
El Día Mundial del Saludo se conmemora cada 21 de noviembre en más de 180 países, como una invitación a rescatar la importancia de este gesto universal que abre puertas, genera confianza y fortalece la convivencia social.
La iniciativa surgió en 1973, impulsada por los hermanos estadounidenses Brian y Michael McCormack, quienes promovieron la fecha en medio de tensiones internacionales. Su propuesta fue simple: saludar como símbolo de paz y entendimiento entre las personas.
El saludo, en cualquiera de sus formas, es considerado un acto de reconocimiento mutuo. Desde un “hola” hasta un apretón de manos, pasando por gestos culturales como la reverencia en Asia o los besos en la mejilla en América Latina, todos transmiten respeto y cercanía.
Etimológicamente, la palabra “saludo” proviene del latín salutare, derivado de salus, que significa salud. En su origen, saludar era literalmente desear bienestar a la otra persona, un sentido que aún se conserva en expresiones como “buenos días” o “que estés bien”.
En el mundo animal también existen formas de interacción similares. Algunos mamíferos se olfatean, otros se lamen o se acercan con movimientos corporales que transmiten confianza, lo que demuestra que el saludo es una práctica natural de convivencia.
En la vida moderna, sin embargo, el saludo se ha vuelto menos frecuente. En espacios como ascensores, supermercados o transporte público, cada vez es más raro escuchar un “hola” espontáneo, lo que refleja cierta pérdida de hábitos de cortesía.
Por ello, el Día Mundial del Saludo busca rescatar este hábito y revalorizarlo como parte esencial de la convivencia humana. No se trata solo de cortesía, sino de un recordatorio de que la interacción social fortalece la empatía y la cohesión comunitaria.
En el ámbito digital, el saludo también ha evolucionado. Los mensajes de texto, correos electrónicos y chats suelen iniciar con fórmulas como “buen día” o “estimado”, que cumplen la misma función de abrir un canal de comunicación respetuoso.
Diversos estudios señalan que recibir un saludo genera sensaciones de reconocimiento y pertenencia, mientras que ofrecerlo refuerza la autoestima y la disposición a interactuar. Es un gesto que impacta directamente en el bienestar emocional.
En contextos interculturales, el saludo es una herramienta clave para la diplomacia y la cooperación. Un gesto adecuado puede marcar la diferencia entre un encuentro cordial y un malentendido, lo que demuestra su relevancia más allá de lo cotidiano.
El Día Mundial del Saludo también es una oportunidad para reflexionar sobre la comunicación no verbal. Una sonrisa, un gesto con la mano o un contacto visual pueden transmitir tanto como las palabras, reforzando la conexión humana.
Celebrar el Día Mundial del Saludo es recordar que la paz y la convivencia empiezan con un gesto sencillo. Un “hola” puede ser el primer paso hacia un mundo más respetuoso, empático y unido.
