Según la policía, la banda criminal reclutaba a jóvenes para la ejecución directa de las amenazas contra sus víctimas en Áncash.
La Policía Nacional del Perú (PNP) logró la intervención de dos adolescentes de 15 y 17 años de edad en el distrito de Santa, en la costa de la región Áncash. Ambos fueron identificados como presuntos integrantes de una organización criminal implicada en diversos casos de extorsión en esa jurisdicción.
La intervención se produjo en el sector Javier Heraud, a veinte minutos de la ciudad de Chimbote. Se activó luego de que la víctima, un trabajador electricista de la empresa Siderperú, denunciara la aparición de una nota extorsiva junto a cartuchos de arma de fuego en su domicilio.
La alerta permitió la rápida acción del Grupo Operativo contra Extorsiones (Gorex) de la Depincri Chimbote. Tras un análisis de información, la unidad logró rastrear un número telefónico vinculado al hecho, lo que condujo a la identificación del menor de 17 años. Este adolescente, que resultó ser sobrino del agraviado, habría exigido el pago de 3,500 soles como parte del modus operandi del grupo delictivo. Durante su detención, los agentes incautaron un celular con información relevante y municiones sin percutir.
En el marco de las diligencias, también fue detenido un adolescente de 15 años. En su equipo móvil se encontraron mensajes de coordinación, fotografías portando armas de fuego y otros elementos que evidenciarían su participación en diversas acciones extorsivas. La Policía sostiene que ambos menores actuaban bajo las órdenes de una organización que opera en distintos sectores de la provincia, cuyo cabecilla ha sido identificado como un recluso conocido por el alias “Serrano Jim”.

El jefe de la Región Policial Áncash, general PNP Ely Vargas Roca, sostuvo que este caso confirma la expansión de la extorsión a través de organizaciones criminales que instrumentalizan a adolescentes para cometer delitos. El general Vargas Roca enfatizó la importancia de la denuncia inmediata para que la Policía pueda actuar con rapidez y frenar a estas bandas.
Las primeras líneas de investigación señalan que los implicados serían miembros de una red criminal dedicada a intimidar a sus víctimas mediante mensajes, llamadas y la colocación de objetos intimidatorios en viviendas y negocios, además de stickers en propiedades y vehículos de los agraviados.
Ambos menores quedaron a disposición de la autoridad competente por presunta infracción a la ley penal en los delitos de extorsión agravada, tenencia ilegal de municiones y participación en una organización criminal. La Fiscalía Provincial Mixta de Santa asumió la investigación del caso.
