“Vizcarra en una pendiente peligrosa para el país”… Por Octavio Huachani Sánchez

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Una nueva encuesta de El Comercio-Ipsos, difundida ayer, confirma la que Datum hiciera pública hace dos semanas: la aprobación del presidente Martín Vizcarra continúa descendiendo.

Este sería el cuarto mes que desciende de manera consecutiva desde que en diciembre, el mandatario alcanzara último su pico más alto.

Entre quienes lo desaprueban, el 48% considera que en su gestión también hay visos de corrupción o que su lucha contra esta no es efectiva como pretende creamos. Un 30% de los encuestados señala que no se notan avances significativos en la economía.

Para algunos analistas ya se acabó la luna de miel, para otros, Martín Vizcarra no supo aprovechar la indignación popular que se tradujo en los resultados del Referéndum convocado por él y que le valió el respaldo masivo del pueblo.

Pero ahora, lamentablemente ya no existe esa magia inicial que el Presidente no supo canalizar adecuadamente. Pedir ahora que el Congreso acelere las otras reformas presentadas, y que los aprofujimoristas retienen adrede con actitud desafiante, no tiene el efecto anterior.

A muchos, sus mensajes a la nación les suena como más de lo mismo, aun cuando esas reformas son importantes.

¿Qué pasó, qué pisó?

El peruano de a pié, aquel que vive el día a día solo pide resultados. Ahí está el ejemplo del alcalde de La Victoria, George Forsyth, cuyo trabajo lo ha colocado entre los “presidenciables” de 2021.

El desplome de la aceptación presidencial se debe a que sus propuestas legislativas sobre reformas judicial y política, no estuvieron acompañadas de una buena gestión lo que le hubiera asegurado que los peruanos continuaran apoyando sus pedidos y quizás hasta hubieran ocurridos marchas pidiendo que  sus proyectos de ley se aprobaran sin mayores revisiones ni debates.

Pero no ha sido así. Al parecer el presidente no es consciente de que un plan anticorrupción no funciona sin estrategia o que el gobierno tiene que estar al servicio de la sociedad y con resultados concretos en materia de salud, educación, seguridad y transporte y por supuesto con más empleo y menos pobreza.

A más de un año de gobierno nada de eso se ha hecho. Hasta da impresión de que el Presidente está en las nubes.

Hace dos días el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, fue recibido en Palacio de Gobierno por el Presidente Vizcarra. En la reunión Pompeo lo felicitó «por su generosidad» al haber recibido a unos 700.000 venezolanos.

«Perú está recibiendo a más de 700.000 refugiados venezolanos  por lo cual Estados Unidos  le dio más de 30 millones de dólares de ayuda a Perú para proteger a esos migrantes», señaló Pompeo ante la complacencia del mandatario peruano.

Pero para muchos peruanos esta situación en incongruente con la situación de pobreza que vive el país.

Según un último informe sobre pobreza monetaria del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la pobreza extrema alcanza a 900 mil peruanos en todo el país.

Actualmente el 95% de los pobres ocupados son informales y más del 60% son independientes. O sea la gran mayoría de peruanos han tenido que generar sus propios empleos. Un empleo que, hay que decirlo, está exento de seguridad social y jubilación. Panorama sombrío el que les espera a muchos peruanos si el gobierno no le presta mayor atención.

Y la presencia de los hermanos venezolanos en nuestro paìs, aun cuando se trate de un acto humanitario, solo atiza el descontento de no pocos peruanos.

Al respecto el propio ministro de Economía y Finanzas, Carlos Augusto Oliva, en entrevista en La República, desarrollada el domingo pasado, señaló que “La migración venezolana puede estar afectando de alguna manera al prestación de los servicios de educación, salud y mercado laboral y también la seguridad ciudadana”.

Entonces…¿Es que acaso el ministro Economía no coordina con el Presidente Vizcarra?

Y aunque algunos agoreros afirmen que ya es tarde para revertir esta situación, nosotros creemos que aún está a tiempo. Solo tiene que ejecutar obras y acciones que beneficien a la población y otra vez se ganará la confianza de los peruanos. Menos asesorías y más acción.

Será un trabajo arduo, laborioso pero necesario.

No podemos permitir que la inercia presidencial provoque que la mayoría aprofujimorista se recomponga y retome el poder del Congreso. Ayer ya anunciaron el “relanzamiento” de su partido.

Si la gestión del Presidente no se sacude de su modorra Martín Vizcarra continuaría en  una pendiente que a la larga sería peligrosa para el país. Ahora todo depende de él.