La región de Junín, es el primer departamento productor de café y segundo a escala mundial como exportador de café orgánico, donde se destacan las ciudades de Satipo y Chanchamayo, lo que genera un impacto económico favorable al aportar un 5% al PBI nacional. Por ello, este producto de exportación no tradicional del sector agrícola debe cumplir estrictos estándares de calidad a nivel internacional.
Sin embargo, la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar ENDES, demuestra que Junín tiene los mayores índices de Violencia contra las Mujeres (VcM) ejercidas por su pareja o ex pareja con un 83.2% y con altos niveles de feminicidio que amenazan a este sector, ya que 3 de cada 10 mujeres participan activamente en diversas actividades productivas, siendo un 30% las mujeres que conforman la Población Económicamente Activa Ocupada (PEAO), desempeñándose dentro del sector agrícola.
Por tal motivo, se realizó la investigación: “La violencia contra las mujeres en la productividad laboral y en los errores de calidad de cosecha de café para exportación de la Selva Central de Junín” desarrollado por Rocío Karina Zevallos Callupe, becaria del Programa de Becas II para Tesis de Grado sobre el “Impacto de la violencia contra las mujeres en las empresas” y presentado por el Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Administrativas y Recursos Humanos de la Universidad de San Martín de Porres USMP y la Cooperación Alemana GIZ a través de su Programa Regional Combatir la Violencia contra las Mujeres en Latinoamérica – ComVoMujer.
En este artículo científico se destaca que un 87.5% de las cosechadoras fueron agredidas (psicológica, física, sexual o económicamente) por sus parejas o ex parejas, en promedio de 26 veces por año. En el caso de los cosechadores, el 79.1% ejerció violencia contra sus parejas o ex parejas en un promedio de 23 veces por año.
La investigación realizada a 70 cosechadoras y 137 cosechadores de café de 23 empresas de la Selva Central de Junín, reveló que un 52% de las cosechadoras ha sufrido violencia económica, el cual involucra situaciones donde la pareja o expareja se apropia sus ingresos. Asimismo, un 52.9% de las cosechadoras ha sido humillada y un 20.7% reportó haber sido obligada a tener relaciones sexuales.
Además, las cosechadoras agredidas y cosechadores agresores trabajaron más lento (52.9% más), tuvieron dificultad para concentrarse en el trabajo (97.6% más) y tuvieron cero productividad (95.4% más), en comparación al personal sin VcM.
El personal involucrado en situaciones de violencia tiende a confundir los granos maduros con granos pintones (21.4%) y al mezclar los granos maduros con granos verdes (19.1%). Además, se ha encontrado que la VcM tiene una relación más significativa con los errores de calidad de cosecha de café, cuando el presentismo es una variable mediadora.
MEDIDAS
De acuerdo con el Sistema de Inocuidad y Control de Calidad Alimentaria propuesta por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO, se sugiere realizar investigaciones con muestras grandes para conocer mejor el impacto de la violencia contra las mujeres en las colaboradoras del sector agrícola.
Las empresas productoras de café pueden incorporar políticas organizacionales de prevención de la VcM y sobre la equidad de género. Estableciendo rutas de apoyo a las mujeres en casos de violencia y designar a cierto número de personas que puedan detectar signos de VcM en las cosechadoras y cosechadores.
Además, es importante brindar talleres de capacitación a las colaboradoras, sobre empoderamiento personal, roles de género, equidad y prevención. Así como también, promover un mayor nivel de reflexión y diálogo en talleres que, además, deben ser brindados por hombres.
Se recomienda realizar campañas de sensibilización sobre violencia contra la mujer dirigido a las comunidades de las provincias de Satipo y Chanchamayo, las cuales pueden estar acompañadas de talleres y charlas a la población en general. De esta manera, contribuirán con información relevante para el desarrollo de acciones de prevención de la violencia.
Finalmente, se recomienda a las instituciones que promueven el desarrollo agroexportador, incorporar en sus capacitaciones, temas de equidad de género y masculinidades, con el fin de promover relaciones equitativas en todo el personal. Además se recomienda involucrar a todas las empresas que conforman la cadena de valor del café de exportación, desde la producción hasta la comercialización.
