Sumérgete en los secretos de los océanos con Planetas Azul II

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Picture shows: A group of Peters' monocle breams blow water-jets onto a hiding bobbit worm to expose its ferocious jaws. In so doing, they alert other fish to the worm's location, ruining the predator’s chance of a surprise attack. This new behaviour was published for the first time by Jose Lachat and Daniel Haag-Wackernagel in 2016.

En Discovery Channel, desde el intenso calor de los trópicos hasta los congelados polos, la segunda parte de PLANETA AZUL sigue descubriendo los secretos de los océanos.Todos los domingos a las 9:00 p.m. la pantalla de Discovery Channel brilla con una producción original de BBC.

El 70 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta por océano. Sin embargo, esta sigue siendo su parte menos explorada. PLANETA AZUL II busca comprender su importancia, conocer las problemáticas que lo amenazan y descubrir algunas de las más extrañas especies que lo habitan.

La producción original de BBC explora diferentes hábitats y sus misterios: las costas, los arrecifes de coral, los bosques y praderas bajo el agua, el mar abierto y las profundidades. El último episodio mira hacia el futuro, diversos científicos comparten sus últimos hallazgos y examinan el impacto que los seres humanos ejercemos en la vida marina.

Gracias al uso de tecnología de última generación y el trabajo en conjunto con investigadores de todo el mundo, las cámaras accederán a lugares nunca explorados, como las profundidades de la Antártida, y serán testigos de fascinantes comportamientos, como la estrategia que ponen en juego las tortugas bebés para sobrevivir en pleno mar abierto, algo que hasta ahora era un misterio.

PLANETA AZUL II analiza, además, uno de los grandes males que afecta a los hábitats marinos: el plástico. Se estima que ocho millones de toneladas métricas de este material llegan al océano a lo largo de un año, lo que equivale a arrojar un camión de basura al agua cada minuto. Su presencia en estos hábitats, incluso en el hielo ártico, está trayendo graves consecuencias: aves como el albatros alimentan involuntariamente a sus crías con plástico y miles de animales son heridos a diario por los restos que transportan las corrientes.