¿Se terminó el romance aprista-fujimorista?… Por Octavio Huachani Sánchez

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1983

Siempre aparecían juntos y sonrientes. Aunque sus patrimonios electorales eran diametralmente diferentes, los unía el mismo sentimiento crítico, muchas veces ponzoñoso, contra el Gobierno Central. Si, parecían ser el uno para el otro. Pero como dice la canción aquella: “todo tiene su final, nada dura para siempre…” el romance entre fujimoristas y apristas terminó y de muy mala manera. Una pena, pero pasa hasta en las peores familias.

Fueron los siempre ponderados Héctor Becerril y Mauricio Mulder quienes se encargaron de acudir al Centro de Conciliación y explicar las defensas y ataques ocurridos durante el servinacuy.

-Si fuiste tú o si fui yo, quien empezó, quien terminó, ya no importa. Solo sé que será difícil olvidar tus agravios: “El fujimorismo es un gigante con pies de barro” dijiste y yo te respondí que “El único político gigante y con cuerpo de barro es tu ídolo Alan García». ¿O es que no te has dado cuenta que Alan nunca ha rendido cuenta ante el Poder Judicial sobre todas las acusaciones de corrupción y se ha válido de la prescripción de los delitos»?

-“Ustedes los fujimoristas tienen miedo de los editoriales de los periódicos, de las críticas, de las redes. Se mueren de miedo, entonces, no actúan; son melindrosos, tímidos y las cosas que deberían haber sacado, si ven que hay críticas, se chupan”.

-“Pero ustedes, los del Apra sin Alan García no existen y den gracias a Dios que con las justas han podido pasar la barrera sino de repente ya no estarías aquí”.

-“La bicameralidad ya debería haberse aprobado en primera legislatura pero veo que el fujimorismo está perdiendo la oportunidad de marcar una huella en los cambios democráticos que necesita el país, ustedes son un partido intrascendente en la historia política de nuestro país”, dijo Mulder.

-“Yo creo que el tema de que el Apra posiblemente en las siguientes elecciones ya no pase la barrera que se está pidiendo y va a desaparecer, lo pone nervioso a Mauricio”, sentenció Becerril.

Al respecto es necesario recordar que en su primer gobierno, en 1985, el Apra de 180 escaños obtuvo 110 curules entre diputados y senadores. Desde entonces, la votación les ha sido desfavorable. En el siguiente gobierno de Alan García en el 2006, de 120 congresistas el Apra solo obtuvo 36. En el 2011 fue peor, de 130 curules solo obtuvo 4 escaños. Actualmente el partido aprista solo tiene 5 representantes.

Del otrora partido que representaba a los trabajadores manuales e intelectuales no ha quedado nada. Por extraños designios -e intereses no tan extraños- el Apra se ha convertido en un bufete de abogados cuyo único cliente a defender es su líder Alan García Pérez.

A propósito, trascendió que uno de los abogados de la familia del partido de la estrella saldrá a dar declaraciones asegurando que lo vertido por Mulder son declaraciones a título personal y que nada afecta a esta “unión estratégica”, (si claro porque de otra manera la libertad del líder podría peligrar. Se las saben todas los compañeritos).