Pitillo: «No sé si logre ser el mejor payaso del mundo”

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Artista filosofa en esta entrevista sobre el trabajo bajo la carpa y la gran responsabilidad de hacer reír

En plena pretemporada para celebrar estas Fiestas Patrias, Pitillo nos confiesa que ya piensa en lo que ofrecerá el próximo año. Su afán de reinventarse, una y otra vez, la autoexigencia y el esmero que le pone a cada propuesta para la carpa nos hace sentir que estamos ante un profesional del arte circense

Sin embargo, Pitillo, pulcramente ataviado con su emblemático traje azul, nos dice que no se siente el mejor. Para él hay un largo camino; su reto es alcanzar la recordación impactando en sus pequeños espectadores para regalarles la puerta para el ingreso a todas las artes.

–¿Si algo te caracteriza es que tu circo es diferente?

–Gracias a Dios, desde el 2012 podemos presentar algo diferente. La producción, los artistas y hasta los chistes los cambio para que no digan: “Ahhh, no voy a ver lo mismo”, pero eso implica mucha responsabilidad.

–Eres consciente de que marcaste una diferencia.

–Es algo que me llena de regocijo. El 2015 fue importante para el mundo del circo en el Perú. No me alegra que un show cierre, pero ocurrió que un espectáculo televisivo con circo duró solo una semana. Me regocija saber que la gente está escogiendo.

–¿Y cómo capeas el impacto de lo digital en algo tan tradicional como el circo?

–Hoy, para que los niños no molesten, les das un smartphone o una tablet. Ahí puedes cambiar y cambiar. Es triste ver a Spiderman masacrando a Elsa en un video. Yo tengo una hija de 3 años y no me confío del YouTube Kids, pero los Xboxs, tablets y todos estos enemigos del espectáculo en vivo aún no alcanzan a llegar a la magia que hay bajo la carpa.

–¿El circo está más vigente que nunca?

–Es el último refugio del espectáculo en vivo. La virtualidad ha matado a los demás, hoy todo es virtual. Si vas al teatro, no puedes opinar o aplaudir de manera libre. En el circo, la gente vibra, grita, aplaude y es muy sabroso que mantenga su vigencia, y fíjate que cumple 250 años de invención. Por eso es un espectáculo joven aún.

–¿El circo es la gran puerta para amar el arte?

–Para mí, no digo el felpudo [ríe], pero sí el ingreso del niño al arte. Aunque no lo creas, en el show del año pasado hicimos una coreografía con la ‘Rapsodia azul’, de George Gershwin , otra coreografía con música de Nino Rota. Este año voy a tocar música clásica con instrumentos, y eso le da al niño opciones y quizá le dé ingreso al teatro musical, de revista, al espectáculo en vivo, a los conciertos.

Pitillo, más peruano que nunca, nos ofrece la propuesta Apta para todos, que va desde este 19 de julio hasta el domingo 20 de agosto, de lunes a viernes, en diversos horarios. “Es imposible perdérselo. Lo trabajo con amor, y eso se nota. Para mí, el circo lo es todo en mi vida; ojalá algún día pueda poner mi escuela de payasos”, anota reflexivo. Seguimos descubriéndolo para saber cómo enfrenta el reto ante el gigante de internet.

–¿Y se logra alejarlo un poco de la digitalización?

–Si a un niño le das buen espectáculo con música y alto nivel de número, va a darse cuenta de que no es lo que ve en la televisión o en la tablet. Ahí puede enfrentar calidad con cantidad. Impactas a un niño de esa forma, ya que le dejas algo. Quizá luego pueda buscar circos o payasos, y así ser la puerta a algo mejor.

–¿Tu propuesta es energía, qué manejo le das? 

–Nutren. Hay que saber recibir y proyectar la energía que te da el público. Y siempre recordar que el payaso tiene licencia para todo, pero sin faltar el respeto. Puedes, por ejemplo, humanizar a alguien importante bajo la carpa. El payaso nos empareja y nos refleja. La estupidez del payaso es fingida para que nos muestre realmente cómo somos. Es que quizá el payaso sea un filósofo de la vida misma.

–¿Vas camino a la consagración?

–Todavía estoy en ese proceso; no sé si lo logre. Es como las monjas, no saben si van a ser santas hasta que se mueren.

(Fuente: Andina)