ONPE, como en la época de “papelitos mandan”?… Por: Octavio Huachani Sánchez

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La grave denuncia hecha por el programa “Cuarto Poder” ha vuelto a poner en el ojo de la tormenta a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). El informe periodístico deja al descubierto las maniobras de funcionarios de medio y alto nivel de la ONPE que se afanan para que el trámite de verificación de las firmas entregadas por “Podemos por el Progreso del Perú” del ex congresista José Luna Gálvez, se realice rápidamente pese a las irregularidades detectadas en los planillones, muchas de ellas a medio llenar.

Esto fue corroborado por la gerente de Asesoría Jurídica de la ONPE, Susana Guerrero. Según la funcionaria el partido de Luna Gálvez recibió un trato preferencial de parte de funcionarios de esta institución para que logre su inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones, lo que ocurrió en enero pasado pese a su ilegalidad.

Guerrero señaóa como una de esas irregularidades es que se dieron como válidos los planillones con las firmas de adherentes, pese a que había varios en blanco, lo que está prohibido por ley. Lo correcto es colocar la palabra ‘anulado’ en el área vacía.

De acuerdo a la investigación periodística Yorlank Arenas, quien hasta la semana pasada fue Jefe de Atención al Ciudadano de la ONPE, sería quien grabó las conversaciones con otros funcionarios. Él se encargaba de recibir los planillones de todos los candidatos y verificaba que estos tuvieran todos los requisitos de ley. Arenas entro en sospechas debido al interés mostrado por algunos funcionarios para que partido liderado por Luna Gálvez fuera inscrito con prontitud.

Los audios entregados por Arenas a la prefectura revelan como una funcionaria de la ONPE, Rosa Terrones, ofrece sus servicios para ayudarlo con el fin de “que haga su trabajo lo más rápido posible”.

Otro funcionario que muestra inusitado interés en la validación de las firmas de Podemos Perú es Juan Phang, subgerente de verificación. En más de una oportunidad, Phang le hace referencia al “día de entrega” de los planillones. Para apurarlo llega a nombrar al gerente de verificación Fernando Obregón, sindicado como la mano derecha del jefe de la ONPE Adolfo Castillo.

Yorlank Arenas, autor de la denuncia fue cesado de la ONPE a pocos días de conocerse la denuncia. También se le abrieron dos procesos administrativos con el fin de suspenderlo por más de un año. Y además, tiene una medida cautelar para impedirle que trabaje mientras duren las indagaciones.

Todo este embrollo pre electoral nos regresa a aquellos momentos cuando Vladimiro Montesinos -asesor de Alberto Fujimori, no hay que olvidarlo- controlaba el Jurado nacional de Elecciones y también a la Oficina Nacional de Procesos Electorales.

El Doc puso como presidente del JNE al magistrado Alipio Montes de Oca, y en la ONPE a José Portillo Campbell. A Montes de Oca le pagaba US$ 10 mil adicionales a su sueldo
Portillo Campbell era un pintoresco funcionario. Cuando los periodistas le preguntábamos sobre el fraude que se cocinaba en las elecciones del año 2000 -que permitió la tercera elección de Fujimori, propiciado por la “interpretación auténtica” de la Constitución Portillo de los fujimoristas, Portillo mostrando documentos, respondía con una frase que se hizo célebre: ‘Papelito manda’.

Pero una investigación periodística ubicó ‘la fábrica’ donde se había realizado la masiva falsificación. La “Fabrica” funcionaba en un edificio en Bellavista (Callao), a dos cuadras de la notaría Medelius, del congresista fujimorista Óscar Medelius, hombre de confianza de Montesinos. Al inicio de su gestión como Presidente de la República, Martín Vizcarra recibió la visita en la Palacio de Medelius.

Finalmente después de cinco años de investigación José Portillo Campbell fue procesado y condenado por el ‘Caso del millón de firmas falsas’. También fueron procesados Vladimiro Montesinos, Absalón Vásquez, Óscar Medellius, Ricardo Chiroque, Luis Navarrete Santillán, José Portillo y José Cavassa.