«La isla de la basura»… Por Octavio Huachani Sánchez

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Lima.- En el Palacio Legislativo ubicado en pleno centro de la capital peruana, en el último día de legislatura del Pleno del Congreso, la Mesa Directiva decidió no incluir en el debate el predictamen que proponía reemplazar de forma gradual las bolsas plásticas, tecnopor, sorbetes y otros envases de un solo uso utilizados como envases por supermercados y establecimientos similares; por bolsas reutilizables o biodegradables.

(Como sabe que el plástico es un material que el planeta no puede digerir y que tarda cientos de años en descomponerse en el medio ambiente. Utilizar masivamente un material tan duradero para objetos desechables es un error de consecuencias catastróficas a nivel global).

A propósito

A más de mil kilómetros hacia el sur, exactamente en las costas de Perú y Chile, se ha descubierto una «isla de plástico» entre las costas de Perú y Chile. Tras una expedición de seis meses, un equipo de investigación de Algalita Marine Research and Education, descubrió una gran extensión de basura al sur del océano pacífico, frente a las costas de Chile y Perú. Los científicos de esta organización estimaron que esta «isla de plástico» mide aproximadamente dos millones de kilómetros cuadrados siendo, incluso, más grande que México.

Según explicó el capitán Charles Moore, director de Algalita, «Los vientos en torno a un sistema de alta presión persistente impulsan las corrientes marinas y crean un vórtice, llamado giro, que recolecta los desperdicios en el centro». Entre los plásticos que encontraron desde objetos grandes hasta microplásticos del tamaño de un arroz. También habían bandejas que se utilizan en las pescaderías para clasificar los peces, boyas de pesca, botellas y tapas de plástico que resultan muy peligrosos para el medio ambiente y pueden afectar la cadena alimenticia de las especies marinas ya que los peces más pequeños se alimentan de estos residuos y luego los más grandes se los comen a ellos.

Al respecto el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que si no hacemos nada, para el 2050 habrá, en término de peso, más plástico que peces en los océanos. Esta advertencia ha encendido todas las alarmas e impulsado a instituciones, empresas y personas a adoptar las acciones necesarias para prevenir una catástrofe. Entre ellas, la Comisión Europea propone la prohibición del uso de los envases de plástico.

Si bien la mayoría de los microplásticos se acumulan o se posan en toda la superficie, un estudio de las criaturas de las zonas más profundas del océano permitió descubrir que muchos, si no la mayoría, de estas criaturas habían ingerido plástico.

El estudio estuvo dirigido por Alan Jamieson, de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido. Para realizar el estudio se desarrolló un «módulo de aterrizaje» especial de caída libre específicamente diseñado para la misión. 90 criaturas del fondo del mar fueron capturadas y examinadas en total. La ingestión de plástico varió de 50 a 100% de las muestras.

Los organismos de aguas profundas dependen de los alimentos que caen desde la superficie, lo que a su vez trae consigo muchos componentes adversos, como el plástico y los contaminantes. El fondo del mar no solo es el último sumidero de cualquier material que desciende de la superficie, sino que también está habitado por organismos bien adaptados a un entorno de poca comida y que a menudo comerán casi cualquier cosa.

¿Y por casa cómo andamos?

A inicios de 2016, el Ministerio de Ambiente (MINAM) decidió regular el problema de las bolsas plásticas. Para ello formó un grupo de trabajo con la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Ciudad Saludable y un estudio de abogados. La idea elaborar un proyecto de decreto supremo cuyo objetivo principal fuera reducir el uso de bolsas plásticas en el país.

Una de las primeras cosas que se acordó el grupo de trabajo fue fijar los criterios técnicos que debía cumplir una bolsa para ser considerada biodegradable en el Perú.

Otra propuesta fue que se impulsaría la recuperación de las bolsas para reciclarlas y se promovería el uso de canastas, bolsas de tela, bolsas de papel para hacer las compras.
Pero llegó el cambio de gobierno y entonces…

Se cambió el enfoque del proyecto. En adelante sería apostar por el reciclaje que era la opción de y la industria peruana del plástico.

Según Irene Hofmeijer, de Life Out Of Plastic (L.O.O.P.), la demanda nacional de bolsas plásticas para reciclaje es mínima. Ella propone que los clientes paguen por las bolsas, como sucede en varios países (en Inglaterra, por ejemplo, en solo seis meses esta medida redujo el uso de este producto en un 85%).

Pero, para Bruno Monteferri, director de Conservamos por Naturaleza, el tema de fondo es más complejo que cobrar, prohibir o reciclar. Él se pregunta ¿Hasta cuándo los seres humanos seguiremos produciendo objetos que usamos por unos minutos y que luego dejamos en la naturaleza por cientos de años? ¿Hasta cuándo tendremos esta mentalidad de usar y botar? Quizás sea eso lo que realmente está matando a nuestros océanos. Y, también, a los animales que en ellos viven.

De regreso a Lima

Hasta ahora no se sabe los motivos que llevaron a los parlamentarios a desechar la iniciativa legislativa de desechar el uso de bolsas plásticas, -que había sido aprobada por la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso-, toda vez que todos saben que el plástico es un material que el planeta no puede digerir y que tarda cientos de años en descomponerse en el medio ambiente y que contamina los mares del mundo.