«La comida de los aviones»… Por: José Luis Vargas Sifuentes

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La mayoría de las personas que viajan en un avión se quejan de la calidad de la comida, pero no tienen otra opción que consumirla: están en el aire, el vuelo se alarga y el hambre y el aburrimiento comienzan a hacer mella hasta que, finalmente, la comida servida comienza a verse como una opción atractiva. Pero si tiene que consumir los alimentos que sirven los auxiliares de vuelo, debe saber qué debe comer y qué evitar. Esta es una lista de consejos importantes sobre los alimentos y las bebidas en aviones.

No es comida casera, sino comida puramente industrial

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Si alguna vez ha tenido la ilusión de que la comida del avión se preparó en la cocina superior de la aerolínea, donde actúan los mejores cocineros, entonces debe saber que esto es un pretexto que no tiene nada que ver con la realidad. La comida en el avión es 100 % industrial y se prepara en enormes cocinas adyacentes al aeropuerto que sirven a muchas aerolíneas al mismo tiempo. En estas cocinas, las más grandes de las cuales se encuentran en Suiza, Alemania y Dubái, cientos de miles de platos se venden a diario a decenas de aerolíneas, con el valor de esta próspera industria tocando 10 mil millones de euros al año. La comida para los vuelos es preparada y empacada por los trabajadores de producción y la maquinaria de las cocinas, cargada con otros 40,000 artículos que se cargan en ella cada vuelo y luego recalentados por los asistentes de vuelo.

La comida en el avión se cocina con mucha anticipación

image.pngJosé Luis Vargas Sifuentes

Muchos platos servidos en el aire llevan la etiqueta ‘fresco’, pero debe saber que la verdad está muy lejos de lo que dice la etiqueta y que las comidas pueden atravesar un largo viaje hasta llegar a la bandeja que tiene delante. La mayoría de las comidas que se sirven en el avión se producen mucho antes de que se sirvan a los pasajeros. Por lo general se preparan en las mismas cocinas de los aeropuertos citados, entre 12 y 72 horas antes del vuelo.

Las ensaladas, los postres, los pasteles, los cubiertos de plástico y las servilletas que se sirven en el vuelo se empacan después de haber sido preparados y colocados dentro de las cajas destinadas a ellos hasta que se carguen en el avión justo antes del despegue. Las comidas calientes se preparan en bandejas grandes, luego se trasladan a recipientes de plástico, se cubren con papel de aluminio y se congelan a 5 grados Celsius durante aproximadamente una hora y media, y luego se empacan en cajas metálicas grandes hasta que se entregan al avión antes de despegar.

Elija la carne cocinada en salsa y evite la pasta y el arroz

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Cuando los auxiliares de vuelo lleguen a su fila y pregunten: “¿pollo o ternera?”, solo hay una manera de asegurarse de obtener una comida que no sea demasiado seca o insípida: averigüe cuál de las opciones contiene más salsa. La explicación es simple: guisos de carne cocinados en salsa, así como platos líquidos (sopas), son las mejores opciones cuando esté en el avión porque están llenos de sabores ricos y picantes que compensan el escaso sabor de los otros platos. Además, elija platos que incluyan tomates, champiñones o queso parmesano, ingredientes que harán que la comida sea más sabrosa, sin necesidad de agregar sal. De otro lado, evite los fideos, pastas, arroz o alimentos fritos, ya que tienden a no mantener una textura uniforme cuando se recalientan en el vuelo y se convierten en un gran bulto insípido.

Todos los pasajeros comen lo mismo

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Los pasajeros de primera clase tienden a pensar que, a diferencia de los de la clase económica, obtienen alimentos frescos y cocinados en el lugar, porque se sirven en platos elaborados y elegantes con cubiertos de metal, a veces acompañados de una ceremonia bastante persuasiva por parte de las amables anfitrionas. Sin embargo, esto es solo una ilusión porque incluso la comida que se sirve en primera clase se prepara en las mismas cocinas donde se preparan los alimentos de la clase económica.

Los chefs de la aerolínea se encargan de preparar una guía para la tripulación del avión, que les enseña cómo servir la comida de una manera más convincente y agradable que hará que el pasajero crea que está obteniendo alimentos de buena calidad. Además, también está la cuestión de servir con cubiertos de metal, que se ha demostrado que tiene un efecto psicológico en el sabor de los alimentos. En estudios realizados, las personas que cenaron con cubiertos de metal calificaron la calidad de las porciones servida como un 10 % mejor que las personas que comieron la misma comida con cubiertos de plástico. Por lo tanto, la ilusión de que la comida de primera clase es mejor es solo psicológica. Las aerolíneas lo saben y provechan este hecho, lo que significa que no tiene sentido comprar un boleto de primera clase pensando solo en comer mejor.

Fuente: Todo-Mail