“Jaime Yoshiyama, el gran operador”… Por Octavio Huachani Sánchez

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Finalmente, a pesar de todas las argucias para dilatar el proceso y las provocaciones del abogado Humberto Abanto, el juez Richard Concepción Carhuancho dictó 36 meses de prisión preventiva contra Jaime Yoshiyama Tanaka tras haberse hallado indicios de la comisión del delito de lavado de activos en la investigación por los presuntos aportes de Odebrecht a la campaña de Fuerza 2011  (hoy Fuerza Popular). Según el dictamen se habría configurado el delito de lavado de activos imputado al investigado en la modalidad de actos de conversión. Concepción Carhuancho señaló que existían elementos de convicción de la entrega de un millón de dólares por parte de Odebrecht a Fuerza 2011 para la campaña del 2011 a través de Jaime Yoshiyama.

Además el juez Richard Concepción ordenó la inmediata captura internacional de Jaime Yoshiyama. Las razones son varias pero las principales es que Jaime Yoshiyama no tiene, nunca lo tuvo, intención de retornar al país.

Como se recuerda Yoshiyama viajó a Estados el pasado 7 de octubre para someterse a una intervención quirúrgica al ojo derecho. Esto fue confirmado por un vocero del hospital de la escuela de medicina de la Universidad de Miami, quien aseguró que Yoshiyama tuvo una cita el pasado 20 de noviembre por la operación que tuvo en su ojo derecho a mediados de octubre. Asimismo señaló que el próximo 4 de diciembre Yoshiyama tendrá una nueva cita médica para evaluar el proceso de recuperación.

Las razones de su no retorno

Según la fiscalía Yoshiyama se habría reunido con Jorge Barata, ex mandamás de Odebrecht en el Perú, con la finalidad de pactar y coordinar las entregas de dinero de la empresa brasileña a la campaña de Fuerza 2011 (hoy Fuerza Popular).

De acuerdo a la resolución de detención preliminar en la página 109. “(Yoshiyama) Haciendo uso de sus atribuciones como secretario general, junto con Augusto Bedoya y por disposición de la presidenta del Partido (Keiko Fujimori), habría solicitado dinero a Odebrecht, recibiendo en conjunto US$1 millón”.

Pero hay más.

Todo apunta a que Jaime Yoshiyama fue el gran operador de Keiko Fujimori, hombre de absoluta confianza del fujimorismo (de antes y de ahora) se encargó de reclutar a hombres identificados con el fujimorismo, leales y duchos en estos menesteres.

Uno de ellos fue Vicente Silva Checa, un hombre muy cercano al ex presidente Alberto Fujimori y a Vladimiro Montesinos. Silva Checa  figura en uno de los ‘vladivideos’ recibiendo dos millones de dólares en efectivo de manos de Montesinos. El dinero estaba destinado a comprar la línea editorial de Cable Canal de Noticias (canal 10), para que esté al servicio del régimen. Por este hecho fue detenido en el 2001.

Augusto Bedoya Cámere, es sindicado por Jorge Barata, el exrepresentante de Odebrecht en el Perú, como uno de los receptores del millón 200 mil dólares que entregó para el financiamiento de la campaña presidencial de Keiko Fujimori en el 2011.

Augusto Bedoya fue ministro de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción desde el 2000 hasta el último día de la dictadura.

Giancarlo Bertini es hijo de Eugenio Bertini el ex gerente general del banco Wiese que ayudó a Montesinos a trasladar a Gran Caimán más de 10 millones de dólares. Además Eugenio Bertini es otro de los protagonistas de uno de los vladivideos

Allí, Bertin dialoga con el «Doc», con José Franciso Crosuillat, vicepresidente de América Televisión y con Alberto Wu, cuñado de Crousillat y gerente general de la empresa. En uno de los pasajes del diálogo se escucha que Crousillat dice necesitar de unos 6 millones de dólares para tapar algunos huecos financieros. Una voz, que es al parecer de Montesinos, ofrece 8 millones de dólares. Bertini entra a la conversación y se ve la manera de ayudar al canal.

¿Yoshiyama lo sabe todo?

Sin duda. Solo alguien que ocupó la presidencia del Congreso Constituyente Democrático (1992) y también la presidencia del Consejo de Ministros y los ministerios de Transportes y Energía y minas sucesivamente puede ser la persona de mayor confianza del fujimorismo y el único que sabía en quien confiar para reclutar gente con experiencia en el manejo de dineros, habida cuenta que por esos años Keiko Fujimori era una adolescente y que entre los años 1993 y 1997 cuando culminó sus estudios de Administración de Negocios en la Universidad de Boston la hoy lideresa de Fuerza Popular apenas contaba con 22 años y su experiencia en política era cero.